La decisión del Tribunal Superior de Bogotá de conceder la libertad inmediata al expresidente Álvaro Uribe Vélez mientras se resuelve la apelación de su condena en primera instancia, abrió una fuerte ola de reacciones en el escenario político colombiano. Tanto defensores como críticos del exmandatario se pronunciaron en cuestión de horas, dejando en claro que el caso sigue siendo un tema que divide profundamente al país.
El fallo ordena que Uribe no permanezca detenido hasta que la Sala Penal del Tribunal estudie el recurso de apelación interpuesto por su defensa. De acuerdo con la ponencia del magistrado Leonel Rogeles, los argumentos de la jueza Sandra Heredia, quien había ordenado su reclusión el primero de agosto, fueron calificados como “vagos, imprecisos e indeterminados”.
Mientras para sus seguidores la medida representa una reparación a lo que consideran una injusticia, para sus opositores es una señal preocupante sobre las presiones políticas que rodean al caso.
El uribismo celebra y se cohesiona
Las voces más rápidas en pronunciarse fueron las del Centro Democrático, partido fundado por el propio expresidente. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal sostuvo que se trata de una decisión “a favor de la justicia” y reiteró que Uribe es, según sus palabras, “el mejor presidente de la historia del país”.
También Paloma Valencia, otra de las precandidatas de la colectividad, reaccionó con un mensaje breve pero contundente en sus redes: “Uribe libre gracias a una tutela. Gracias”.
Otros congresistas de la bancada, como Andrés Forero y Hernán Cadavid, insistieron en que la decisión demuestra las falencias en la actuación de la jueza y subrayaron que el expresidente siempre ha enfrentado el proceso sin huir del país. “La vulneración de garantías fue evidente, ahora queda claro”, expresó Forero.
El director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo, reforzó esta posición asegurando que “por fin la justicia reconoce lo que desde hace meses advertimos: los derechos fundamentales de Álvaro Uribe fueron violados”.
Críticas y voces de oposición
Desde el sector contrario, los cuestionamientos no se hicieron esperar. Iván Cepeda, senador del Pacto Histórico y reconocido como víctima en el proceso contra el exmandatario, señaló que respeta la decisión, pero no la comparte. A su juicio, Uribe ha buscado incidir en la justicia y presionar a las víctimas. “Acataremos el fallo, pero tenemos certeza de que detrás hay una campaña para desacreditar nuestro trabajo”, declaró.
En esa misma línea se manifestó Andrés Camacho, exministro de Minas y Energía. Para él, la libertad provisional no significa que Uribe haya sido absuelto. “El país debe entender que aún está pendiente la segunda instancia”, enfatizó.
El contraste entre celebraciones y críticas refleja que el proceso contra el expresidente se mantiene como uno de los temas más polarizantes del panorama político nacional.
Expresidentes y defensa jurídica
La defensa de Uribe, encabezada por Jaime Granados, había interpuesto la tutela contra la decisión del Juzgado 44 Penal de Bogotá, alegando la vulneración al derecho fundamental a la libertad individual. Fue esta acción la que terminó dándole la razón y frenando la medida de detención inmediata.
El respaldo de antiguos aliados tampoco se hizo esperar. El expresidente Iván Duque calificó la decisión como “incuestionable” y aseguró que Uribe ha comparecido siempre con rigor al proceso, enfrentando lo que denominó “infamias e irregularidades”.
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Por ahora, la libertad del líder político se mantendrá mientras avanza la apelación que deberá resolver el Tribunal. El debate, sin embargo, no parece apaciguarse: para unos, es una reivindicación de derechos; para otros, una muestra de las tensiones entre política y justicia que siguen marcando la historia reciente de Colombia.