La seguridad vial es un tema crucial en cualquier sociedad, pero cuando se trata de la vida de los niños y adolescentes, la situación se vuelve aún más preocupante. En los últimos años, los accidentes de tránsito han demostrado ser una de las principales causas de muerte en jóvenes, dejando no solo un dolor profundo en las familias afectadas, sino también un mensaje claro de que se necesita un cambio en las políticas públicas y en el comportamiento ciudadano.
El Valle del Cauca no es ajeno a esta situación. En los primeros meses de 2024, las autoridades han registrado cifras que evidencian una grave tendencia al alza en los accidentes de tránsito que afectan a menores de edad. En total, entre 2023 y 2024, 65 adolescentes han perdido la vida en este tipo de incidentes, mientras que 433 niños, niñas y adolescentes han resultado lesionados.
La distribución de los accidentes muestra una clara tendencia. De los 433 lesionados, 138 son víctimas de accidentes con motocicletas, 50 con vehículos particulares y 10 en accidentes de bicicleta. Estos datos ponen en evidencia la prevalencia de los vehículos de dos ruedas como una de las mayores amenazas para los jóvenes, que a menudo son quienes los conducen sin el equipo adecuado o la experiencia suficiente para garantizar su seguridad.
El caso de Cali: un aumento alarmante en las muertes
La sultana del Valle no se ha quedado atrás en este panorama desolador. Durante 2024, se ha reportado la muerte de 15 adolescentes en accidentes de tránsito, lo que representa un aumento del 87,5% en comparación con el año anterior. De estos 15 casos, la mayoría estuvo relacionada con accidentes en motocicletas (11 víctimas), seguidos de peatones (3 víctimas) y un ocupante de un vehículo particular (1 víctima).
En términos de lesiones, las cifras también son preocupantes. Para el año 2024, ya se han registrado 123 menores lesionados, lo que marca un aumento del 38,2% respecto a 2023. Este incremento pone en evidencia que no solo las muertes están subiendo, sino que los accidentes también se traducen en una gran cantidad de personas heridas, muchas de ellas con secuelas que podrían afectarlos de por vida.
Ante esta situación, el subsecretario de Movilidad de Cali, Gustavo Orozco, no ha dudado en señalar la gravedad del panorama. En sus declaraciones, Orozco ha hecho un llamado a todos los ciudadanos para que tomen conciencia sobre el riesgo que enfrentan los menores de edad en las calles de la ciudad. “En el caso de los menores de edad es simplemente acatar el llamado de la ley, los menores se exponen a un mayor riesgo en la calle”.
Orozco también ha resaltado que el incremento de accidentes viales con menores está vinculado a la falta de precaución por parte de los conductores, especialmente en lo que respecta al uso de vehículos de dos ruedas, como las motocicletas. En este sentido, las autoridades seguirán implementando medidas restrictivas en zonas de alto riesgo y continúan con la promoción de campañas educativas sobre seguridad vial. Mencionó que para finales del 2024, se reforzarán las medidas durante las festividades de fin de año, como la Feria de Cali, donde históricamente se han presentado una gran cantidad de accidentes.
Por otro lado, organizaciones como RedPapaz han intensificado sus esfuerzos para frenar esta preocupante tendencia. La ONG ha lanzado una campaña de concientización, enfocada especialmente en el uso de sistemas de retención infantil, como las sillas de seguridad en vehículos particulares. “Nuestro trabajo está orientado a la protección de los más pequeños, y una de las maneras más eficaces de hacerlo es asegurándonos de que viajen de forma segura en los vehículos”, destacó un portavoz de la organización.
Además, RedPapaz ha hecho hincapié en la importancia de educar a los conductores sobre los peligros de las altas velocidades, especialmente en zonas urbanas, y ha promovido una alianza con otras entidades de la sociedad civil para impulsar alternativas de movilidad más seguras y sostenibles para los niños y adolescentes.
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Finalmente, las autoridades y organizaciones coinciden en que reducir la accidentalidad entre menores requiere un esfuerzo conjunto. Las cifras reflejan una realidad dura que afecta directamente a las familias y pone en evidencia la necesidad de reforzar las políticas públicas, las campañas educativas y los controles en las vías.
El Valle del Cauca y Cali enfrentan el desafío de proteger a su población más joven en un contexto donde las motocicletas y otros vehículos representan un riesgo latente.