Un menor de nueve años se encuentra en estado crítico tras recibir un disparo en medio de un enfrentamiento entre pandillas en Palmira, Valle del Cauca. El violento suceso ocurrió el domingo 26 de enero, generando preocupación entre la comunidad y reavivando el debate sobre la seguridad en la región.
El hecho ocurrió en el barrio Colombia, cuando el niño salía de una iglesia cristiana y se disponía a jugar con sus patines frente a la casa de su tía. En ese momento, un tiroteo entre dos bandas rivales lo alcanzó de manera inesperada. El menor fue trasladado de inmediato a una clínica pediátrica en Cali, donde los médicos se apresuraron en salvarle la vida. Actualmente, su estado de salud sigue siendo delicado, y su familia espera con angustia su recuperación.
Detalles del enfrentamiento entre pandillas
El tiroteo se produjo entre una banda del barrio Colombia y otra del barrio Loreto, dos sectores con antecedentes de disputas criminales. Según el teniente coronel Edgar Rubio, comandante del Distrito Especial de Palmira, la violencia entre estos grupos ha aumentado en los últimos meses, poniendo en riesgo a la comunidad. La Policía Nacional ha intensificado sus esfuerzos para identificar a los agresores y llevarlos ante la justicia.
Tras el incidente, la Administración de Palmira reforzó las estrategias de seguridad en la comuna 3, donde ocurrió el tiroteo. La Policía Nacional desplegó un equipo investigativo en coordinación con la Fiscalía General de la Nación para recolectar pruebas y esclarecer los hechos.
“Es importante informar a toda la comunidad que la Policía Nacional ha dispuesto un equipo investigativo con el fin de fortalecer las diferentes actividades policiales ” añadió el teniente Rubio.
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Preocupación en la comunidad y llamado a la acción
El hecho generó indignación y temor entre los habitantes de Palmira, quienes exigen acciones concretas para frenar la violencia. Líderes comunitarios pidieron mayor presencia policial y programas de prevención del delito para evitar que situaciones similares sigan ocurriendo.
Mientras las autoridades avanzan en la investigación, la familia del menor espera justicia y una pronta recuperación. La comunidad sigue alerta y espera que este caso marque un punto de inflexión en la lucha contra la violencia urbana en la región.