Entre las calles empedradas y los coloridos paisajes de Sevilla, un peculiar anfitrión se ha convertido en la sensación de propios y extraños. Se trata de “El Mono”, un perrito criollo que ha asumido, con entusiasmo y lealtad, el rol de guía turístico no oficial de este municipio vallecaucano. Con su andar tranquilo y su cola en constante movimiento, este canino acompaña a los visitantes en sus recorridos, dejándose acariciar y guiándolos por los rincones más emblemáticos del pueblo.
Su historia, que se hizo viral gracias a un video del creador de contenido Mario Baos, ha conmovido a miles de personas en redes sociales. En las imágenes se ve a El Mono caminando entre los turistas y comerciantes locales, saludando con su característica expresión amigable. A pesar de su edad avanzada, que delatan sus canas y su andar pausado, el perrito sigue fiel a su costumbre de recibir con alegría a quienes llegan a Sevilla.
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A diferencia de otros animales en situación de calle, El Mono no está abandonado. Por el contrario, es un habitante más del municipio y todos lo cuidan. Los sevillanos lo han adoptado como parte de su comunidad, brindándole alimento, refugio y cariño. “Aquí lo queremos mucho, es como un patrimonio vivo de Sevilla”, menciona uno de los comerciantes que, según cuenta, ha visto cómo El Mono atrae clientes a los negocios locales.
El mono un fiel testigo de todos los eventos del municipio
Este perrito no se pierde ningún evento importante del municipio: bodas, primeras comuniones, procesiones y hasta velorios. Siempre está presente, como un testigo fiel de la vida cotidiana de Sevilla. Incluso, hay quienes aseguran que en una encuesta realizada en el municipio sobre personajes populares, El Mono superó en reconocimiento al propio alcalde Manuel Felipe Quintero; “el Mono es más famoso que cualquier político de aquí”, comenta entre risas un habitante del pueblo.
Aunque su edad comienza a pesarle, los sevillanos han expresado su compromiso de cuidar de él hasta el final. Cuando ya no pueda caminar con la misma energía de antes, se asegurarán de que reciba la atención y el amor que merece. “Es nuestra mascota, nuestro amigo y nuestra guía. No dejaremos que le falte nada”, afirman.
El Mono, con su espíritu inquebrantable y su lealtad incondicional, sigue siendo un reflejo del carácter amable y acogedor de Sevilla. Un perrito que, sin proponérselo, ha puesto en el mapa a este municipio vallecaucano y ha demostrado que los héroes locales pueden tener cuatro patas y un corazón inmenso.
