La tranquilidad de los habitantes del municipio de Versalles, en el norte del Valle del Cauca, se vio interrumpida por un ataque armado dirigido contra una patrulla de la Policía Nacional. Aunque no se registraron personas heridas, el hecho generó preocupación entre la comunidad y fue calificado como un acto de hostigamiento contra la Fuerza Pública.
Las autoridades confirmaron que el ataque fue atribuido al Clan del Golfo, grupo señalado de mantener presencia en varias zonas rurales del departamento. Este hecho fue reportado en el más reciente consejo de seguridad presidido por la gobernadora Dilian Francisca Toro, el que participaron representantes de las fuerzas armadas y el gabinete departamental.
Durante ese encuentro, se analizaron los riesgos de seguridad que persisten en la región y abordaron las acciones para combatir la violencia provocada por estas estructuras criminales.
“Estamos trabajando con esfuerzos presupuestales y articulación que nos permite brindarles las herramientas a la institución policial para garantizar la seguridad y tranquilidad”. Señaló César Augusto Marín, secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Valle.
El coronel Pedro Pablo Astaiza, comandante encargado de la Policía en el departamento, también se pronunció. “Este hecho ha sido atribuido al Clan del Golfo, por el momento no tenemos personas lesionadas. Sin embargo, estas acciones que son rechazadas por la institucionalidad, generan zozobra en la población.”, manifestó el comandante.
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La situación encendió las alertas institucionales y habría dejado en evidencia que aún persisten amenazas contra los uniformados y las comunidades en esta zona. Por su parte, la Gobernación ratificó que se mantendrán las acciones articuladas con la Policía Nacional y el Ejército para fortalecer el control territorial. Además de intensificar la presencia del Estado en zonas de difícil acceso.
