Después de años de promesas incumplidas y soluciones parciales, Buenaventura podría estar a las puertas de un cambio real en su histórico problema de acceso al agua potable. La crisis, que ha afectado por décadas la vida de miles de bonaverenses, tomó un nuevo rumbo gracias a la intervención directa de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, quien ha liderado una estrategia articulada con distintos sectores del Estado y la sociedad civil.
La mandataria regional logró llevar la problemática nuevamente a la mesa nacional. Durante una reunión reciente en el Ministerio de Vivienda, se acordó que el próximo 9 de mayo se celebrará un encuentro clave en El Puerto con empresarios, donde se definirá cuánto capital se destinará mediante el mecanismo de Obras por Impuestos para mejorar el sistema de acueducto del distrito.
“Si logramos concretar esta inversión, estaríamos avanzando en lo que no se ha podido hacer en años”, aseguró Toro, subrayando la urgencia de implementar soluciones efectivas que garanticen el derecho al agua de los bonaverenses.
Línea 39 proyecto para optimizar distribución del agua
Entre las propuestas que se presentarán está la llamada Línea 39, un proyecto estratégico que busca optimizar la distribución de agua, pero que aún requiere financiación. Konti Bikila Cifuentes, vocero del Movimiento Cívico, celebró que las obras comiencen a encaminarse y señaló que el objetivo inmediato es garantizar el servicio, al menos, seis a ocho horas diarias.
La reunión del 9 de mayo también incluirá la presentación de avances y compromisos adquiridos en torno a otros acueductos rurales, como los de Puerto Merizalde y Zaragoza, cuyas obras serán ejecutadas directamente por la Gobernación. Para el caso de Zaragoza, la licitación ya se encuentra abierta.
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Helmer Quiñones, director del Fondo para el Desarrollo del Plan Todos Somos PAZcífico, destacó la participación activa de todos los actores: Gobierno Nacional, autoridades locales, empresarios y comunidad, quienes identificaron las obras prioritarias que deben ejecutarse para garantizar un suministro de agua constante.
Como parte del seguimiento al plan de acción, se acordó establecer mesas de evaluación mensual, que alternarán su sede entre Cali y Buenaventura. La primera se llevará a cabo el próximo 28 de mayo en la Gobernación del Valle.
En un territorio que ha vivido el abandono institucional en carne propia, este nuevo impulso parece una luz de esperanza. Pero el éxito dependerá de que las decisiones anunciadas no se queden en el papel, y que, esta vez, el agua fluya más allá de las palabras.