Desde el pasado 27 de abril y hasta el 4 de mayo, la costa pacífica de Colombia enfrenta un fenómeno natural inusual que ha obligado a las autoridades a emitir una alerta preventiva. La Dirección General Marítima (Dimar) advierte sobre el riesgo elevado de inundaciones por el aumento significativo en las mareas. Esta situación afecta directamente a las comunidades de Bahía Solano, Buenaventura, Guapi y Tumaco, donde ya se han activado protocolos de emergencia.
El motivo de la alerta es la coincidencia de la fase de Luna Nueva con el perigeo lunar, es decir, el punto en el que la Luna se encuentra más cerca de la Tierra. Esta combinación potencia el fenómeno conocido como marea de sicigia, o “puja”, como se le conoce en las regiones costeras del Pacífico. El punto más crítico se presentó el lunes 28 de abril, pero los efectos del aumento en el nivel del mar continuarán durante toda la semana.
La alineación entre el Sol, la Luna y la Tierra durante la Luna Nueva, sumada a la cercanía lunar, genera un fuerte efecto gravitacional que actúa como un embudo sobre el océano. Esta fuerza provoca un aumento anormal en el nivel del mar, lo que incrementa las probabilidades de que ocurran inundaciones en sectores costeros bajos y zonas urbanas vulnerables.
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Llamado a la prevención
Dimar ha identificado los principales riesgos asociados a este fenómeno como son las inundaciones repentinas en áreas ribereñas, incremento del oleaje que podría impactar muelles, viviendas y embarcaciones, y la presencia de corrientes marinas peligrosas para bañistas, pescadores artesanales y embarcaciones menores. Por esta razón, se ha reiterado el llamado a extremar las medidas de seguridad.
Los puntos más vulnerables señalados por las autoridades incluyen Juanchaco en Buenaventura, una zona con alta afluencia turística y fuerte actividad pesquera, Bahía Solano, que cuenta con infraestructura limitada y población dispersa, y los municipios de Guapi y Tumaco, históricamente afectados por mareas extremas. En Buenaventura, donde más del 80 % de la población vive en zonas costeras, el llamado a la prevención es aún más urgente.
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Aunque fenómenos similares ya se registraron en marzo y abril de este mismo año, esta vez el perigeo lunar agrava el escenario. Las autoridades han dispuesto sistemas de alerta temprana y coordinaciones con la Cruz Roja para monitorear cualquier evolución crítica. Por ahora, la recomendación principal es acatar las restricciones, mantenerse informados y evitar actividades marítimas innecesarias hasta que pase el periodo de mayor riesgo.