La familia del niño Lyan Hortúa, secuestrado hace más de dos semanas en zona rural de Jamundí, Valle del Cauca, espera con angustia la llegada del 29 de mayo, fecha en la que el menor cumplirá 12 años. La personera de Jamundí, Martha Isabel Gutiérrez, hizo un llamado urgente para que el niño pueda regresar antes de ese día. “Lyan merece pasar su cumpleaños en casa, junto a su familia, con sus amigos y volviendo a su rutina escolar”, aseguró la funcionaria.
La fecha se ha convertido en un símbolo de resistencia para su familia y la comunidad, quienes han decidido convertir ese día en una nueva oportunidad para visibilizar el caso y exigir su liberación. Las autoridades locales insisten en que se mantenga la presión social y que no se normalicen hechos como este, especialmente cuando se trata de un menor de edad que ha sido separado por la fuerza de su entorno.
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Dos semanas de angustia
Lyan fue secuestrado el pasado 3 de mayo, cuando cinco hombres armados ingresaron a su vivienda en la vereda La Liberia y lo llevaron hacia la zona montañosa del municipio. Desde entonces, su familia no ha tenido contacto directo con los responsables ni ha recibido pruebas de vida. Sin embargo, las autoridades aseguran que el menor sigue dentro del departamento del Valle del Cauca.
A medida que pasan los días, la incertidumbre crece. Aunque fuentes oficiales han manifestado que el niño estaría en buenas condiciones, sus familiares piden resultados concretos. “El silencio es angustiante. Necesitamos saber que está bien y que su regreso será pronto”, expresaron allegados del menor. La situación ha generado gran preocupación en el municipio, donde no se había registrado un caso similar en los últimos años.
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Nueva movilización ciudadana
Para mantener vigente el clamor por la libertad de Lyan, familiares, amigos y organizaciones sociales realizarán una nueva jornada de movilización previa a su cumpleaños el próximo lunes 20 de mayo en Cali. La concentración partirá desde el parque de las Banderas y llegará hasta la plazoleta de San Francisco, frente a la Gobernación del Valle. Los participantes esperan que esta manifestación sirva para presionar a los captores y sensibilizar a la opinión pública.
La comunidad ha insistido en la necesidad de que el caso no pierda visibilidad. Con pancartas, camisetas blancas y mensajes dirigidos a los responsables del secuestro, buscan recordar que la vida de un niño está en juego. “No se trata solo de exigir justicia, sino de recuperar a un menor que merece estar en casa, jugando, estudiando y celebrando su cumpleaños con quienes lo aman”, reiteró la personera del municipio.
