Tras 18 días de angustia, Lyan Hortua volvió a casa. El menor de 11 años, secuestrado en zona rural de Jamundí, fue liberado este 21 de mayo. Aunque el reencuentro con su familia fue conmovedor, también estuvo cargado de sentimientos encontrados, especialmente por parte de su padrastro, quien cuestionó duramente la actuación de las autoridades.
Joshua Suárez, padrastro de Lyan, expresó su inconformidad por lo ocurrido durante las primeras horas del secuestro. Aseguró que en la noche del rapto la cuál describió como “Una noche oscura”, la familia se sintió sola, desprotegida y sin el acompañamiento institucional que esperaban.
“Estar protegido en nuestro hogar. Donde no hubo solidaridad de nadie, ni siquiera de la Policía, porque después de lo sucedido, jamás llegó la Policía a nuestra casa”. Manifestó.
Las palabras del padrastro han despertado nuevas preguntas sobre el papel de las autoridades en los momentos iniciales del secuestro, cuando cada segundo contaba.
Padrastro de Lyan Hortua: “Le pedí perdón”
Durante el reencuentro, Joshua también le pidió perdón al menor por no haber estado presente en ese momento tan crítico. Dijo que sintió que debió haberlo protegido, una carga emocional que se habría sumado al dolor de esos días.
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Por su parte, la madre del niño explicó que la familia decidió mantenerse al margen de los medios mientras duró el secuestro, pues estaban “tratando de ser prudentes”, el proceso era delicado, pues se encontraba el bienestar y la seguridad del menor de por medio.
Lyan Hortua fue trasladado a la Clínica Valle del Lili, en el sur de Cali, donde recibió atención médica y se reencontró con sus seres queridos. En los próximos días el menor cumplirá 12 años, una fecha que ahora podrá celebrar junto a su familia y en libertad.