En Villagorgona, un corregimiento del municipio de Candelaria en el Valle del Cauca, se presentó un hecho alarmante que vuelve a encender las alertas frente a la violencia de género. Una mujer, de aproximadamente 30 años, resultó gravemente herida luego de sufrir un ataque físico y quemaduras que, según las primeras versiones, habrían sido causadas por su expareja sentimental.
El agresor, cuya identidad aún no ha sido confirmada por las autoridades, habría ingresado al lugar donde se encontraba la víctima y, tras agredirla con violencia, le prendió fuego. El ataque dejó lesiones tan severas que sus propios familiares tuvieron que actuar con rapidez para trasladarla de urgencia a un centro médico.
Gravedad del caso genera rechazo en Candelaria
Inicialmente fue atendida en un hospital de Palmira, pero ante la complejidad de las heridas, especialmente por las quemaduras, fue remitida a Cali. Allí permanece bajo atención médica especializada y en estado delicado. Mientras tanto, en el municipio crecen la indignación y la exigencia de justicia.
La Alcaldía de Candelaria expresó su rechazo absoluto ante este nuevo caso de violencia contra la mujer. A través de un comunicado oficial, la administración señaló que se activaron de inmediato las rutas de atención y que se está colaborando estrechamente con la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional para dar con el paradero del presunto responsable.
“El municipio no tolera este tipo de agresiones que atentan contra la vida y la dignidad de las mujeres”, manifestó la administración local, al tiempo que pidió celeridad en la investigación.
Autoridades insisten en la denuncia oportuna
Mientras se adelantan las labores de búsqueda, las autoridades recordaron a la ciudadanía que existen líneas activas para reportar cualquier situación de violencia de género. Las más utilizadas son la línea 123 de la Policía, la 122 de la Fiscalía y el número 317 648 8146, correspondiente a la Patrulla Púrpura.
Este caso no solo revela una falla grave en los mecanismos de prevención, sino que también plantea preguntas sobre el acompañamiento a las víctimas que ya habían denunciado riesgos o amenazas. Aunque no se ha confirmado si la mujer había reportado antes alguna situación de peligro, el patrón del ataque indica un comportamiento premeditado y cargado de violencia extrema.
En el departamento del Valle, las cifras de agresiones contra mujeres no dejan de aumentar. Organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos insisten en la necesidad de fortalecer las redes de protección, especialmente en las zonas rurales y corregimientos donde muchas víctimas no saben a quién acudir.
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Mientras la mujer sigue bajo cuidados médicos y con pronóstico reservado, su familia pide justicia. También clama por garantías para que casos como este no se repitan. El agresor, hasta el momento, continúa prófugo.
