El Valle del Cauca sigue marcando diferencia en el mapa económico del país. Así lo demuestra el más reciente Índice de Competitividad Departamental (IDC) 2025, que ubicó a este departamento en el tercer lugar a nivel nacional, solo por debajo de Bogotá D.C. y Antioquia.
Este resultado no es fruto del azar. Es el reflejo de años de trabajo articulado entre el sector público y el sector privado, que hoy se traduce en mejores indicadores, mayor eficiencia institucional y una economía más sofisticada.
En el escenario del suroccidente colombiano, el Valle supera ampliamente a los demás departamentos del Pacífico, como Nariño, Cauca y Chocó. Con 6.3 puntos sobre 10, no solo consolida su posición en el podio nacional, sino que se afianza como líder económico de toda la región.
“Hemos trabajado en diversificar la economía y mejorar la institucionalidad”, dijo la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, al resaltar que cuando llegó al cargo en 2016, el departamento ocupaba el séptimo lugar. Desde entonces, una serie de reformas estructurales y estrategias conjuntas han ido empujando al Valle hacia el lugar que hoy ocupa.
Cada plan de desarrollo, inversión estratégica y política de fortalecimiento empresarial ha servido como escalón en el camino ascendente que hoy posiciona al departamento como un motor clave del desarrollo nacional.
Una economía más sofisticada y conectada
Uno de los mayores logros fue alcanzar el primer puesto nacional en sofisticación y diversificación económica, donde el Valle obtuvo una calificación sobresaliente de 9.6 puntos. Este puntaje responde, en buena parte, a su canasta exportadora diversa y la capacidad de llegar a nuevos mercados. Hoy, el Valle exporta a más destinos y con más variedad que casi cualquier otra región del país.
Además, en infraestructura, el departamento dio un salto importante: pasó del puesto 20 al 13 en solo un año. Esto implica mejoras en logística, conectividad y servicios clave para la competitividad.
El entorno de negocios también se ha transformado. El Valle ahora ocupa el segundo puesto nacional en este indicador, por encima de competidores históricos. Esto lo convierte en una plaza altamente atractiva para inversionistas nacionales y extranjeros.
Y en el terreno educativo, los avances son visibles: el Valle se ubica en el puesto 10 en pruebas Saber 11, mejora su posición en dominio del inglés (pasando del octavo al sexto lugar) y fortalece la formación técnica, una pieza clave para enfrentar los retos de la economía global.
Un futuro con retos, pero también con visión clara
Aunque el camino recorrido es motivo de orgullo, las autoridades reconocen que los desafíos continúan. Las nuevas métricas del IDC han elevado el estándar en áreas como salud, sostenibilidad ambiental e inteligencia digital, empujando a los departamentos a innovar y adaptarse.
“El trabajo no ha terminado. Pero vamos por buen camino”, señaló la mandataria, destacando que el compromiso de su administración es seguir liderando con transparencia, innovación y responsabilidad.
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La meta: seguir subiendo en los rankings sin perder de vista las necesidades de la gente, cerrando brechas y consolidando al Valle como un modelo de desarrollo competitivo e inclusivo.