Con el objetivo de recuperar la seguridad en áreas afectadas por el accionar de estructuras armadas ilegales, la Gobernación del Valle entregará el próximo 24 de junio un terreno en la parte alta del municipio de Jamundí donde se levantará un batallón de alta montaña. Esta unidad militar será financiada con recursos departamentales por un valor inicial de $7.500 millones, los cuales serán desembolsados el mismo día de la entrega del predio.
La construcción, que tendrá una duración aproximada de seis meses, se perfila como un componente clave para fortalecer la presencia institucional en regiones con alta incidencia de violencia. En particular, el nuevo batallón permitirá una acción más directa contra el frente ‘Jaime Martínez’, una de las facciones más activas de las disidencias de las Farc, que opera en el suroccidente del país.
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“La idea es controlar el territorio y cerrar las rutas ilegales por donde se mueven estas estructuras criminales. Necesitamos garantizar la seguridad para nuestras comunidades”, explicó la gobernadora Dilian Francisca Toro, al referirse al alcance de esta nueva base militar.
Ola de violencia en el Valle del Cauca
La mandataria también insistió en la necesidad de una respuesta regional frente a los desafíos en materia de orden público. “Los problemas de seguridad no se detienen en las fronteras departamentales. Lo que ocurre en el Valle del Cauca impacta directamente al Cauca y al resto del suroccidente colombiano. Por eso es urgente que trabajemos juntos”, subrayó.
La decisión de construir el batallón llega en medio de una ola de violencia que ha afectado a Jamundí y Cali en las últimas semanas, con atentados atribuidos a grupos armados ilegales. Frente a esta situación, la Gobernación ha reiterado su llamado al Gobierno nacional para adoptar una estrategia conjunta que permita frenar el avance de estas estructuras criminales.
La instalación del batallón de alta montaña representa un paso concreto en la búsqueda de soluciones sostenibles frente al conflicto armado y la inseguridad en el sur del Valle del Cauca, una de las zonas más golpeadas por la violencia en los últimos años.