La mañana del pasado 6 de agosto se convirtió en una escena de horror para estudiantes y docentes de la sede Bello Horizonte del colegio Alfredo Posada Correa, en Pradera, Valle del Cauca. Un hombre armado ingresó al establecimiento y disparó contra un adolescente de 16 años, identificado como Brayan Stiven Narváez Bermúdez, mientras este se disponía a iniciar su jornada escolar.
De acuerdo con la información preliminar, el agresor descendió de una motocicleta, entró de forma directa al centro educativo y, sin mediar palabra, ejecutó varios disparos que causaron heridas graves al menor. Aunque fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, falleció poco después debido a la gravedad de las lesiones.
La coronel Sandra Liliana Rodríguez, comandante de la Policía del Valle, rechazó lo ocurrido y aseguró que todas las capacidades institucionales están activadas para identificar y capturar al responsable. “Hacemos un llamado a los jóvenes a la sana convivencia. Este lamentable hecho no puede quedar en la impunidad”, afirmó.
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El rector del colegio también expresó su profundo pesar y exigió medidas urgentes para reforzar la seguridad en las instituciones educativas, mientras que el sacerdote local, Leovilson Vanegas, pidió paz y fortaleza para la familia del joven.
Aunque las autoridades mantienen abiertas varias líneas de investigación, una de las hipótesis sugiere que el adolescente habría cruzado una “frontera invisible” en medio de disputas territoriales. El crimen ha reavivado el debate sobre la seguridad en entornos escolares y la necesidad de proteger a los menores frente a la violencia que golpea la región.
Promesa del fútbol fue asesinado en El Queremal, Valle y el presunto agresor quedó libre
La madrugada del domingo 3 de agosto, se convirtió en escenario de una tragedia que hoy enluta al corregimiento El Queremal, en jurisdicción del municipio de Dagua. Edwin Tovar, un joven de 16 años y promesa del fútbol vallacaucano, fue asesinado con arma de fuego, en hechos que sus familiares califican como un acto de intolerancia protagonizado por un adulto.
El agresor, cuya identidad no ha sido revelada, es señalado por testigos como el autor del disparo que acabó con la vida del adolescente. Tras el crimen, huyó del lugar sin que las autoridades lograran detenerlo de inmediato. Además, fue la propia familia de Edwin quien, en medio del dolor, emprendió una búsqueda del presunto asesino. Lograron ubicarlo en El Carmen y posteriormente en el casco urbano de Dagua, donde la comunidad intentó hacer justicia por mano propia.