La tarde del jueves 14 de agosto, un hecho de inseguridad generó alarma en la ciudad de Buga (Valle del Cauca), cuando varios hombres armados perpetraron un fleteo dentro de un parqueadero ubicado en la carrera 12 con calle 7, frente a un reconocido supermercado.
De acuerdo con la información inicial, la víctima, una mujer que minutos antes había retirado dinero de una entidad bancaria, fue abordada por sujetos que se movilizaban en motocicletas. Tras intimidarla con armas de fuego y agredirla físicamente, le arrebataron un bolso con el dinero.
El ataque, registrado en cámaras de seguridad, muestra el momento en que los delincuentes ingresan al lugar, ejecutan el robo y huyen rápidamente. Pocos minutos después, en la carrera 13 con calle 6, se presentó un intercambio de disparos que, según versiones extraoficiales, estaría relacionado con los presuntos responsables del asalto.
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Unidades de la Policía llegaron de inmediato a la zona y desplegaron un operativo para dar con el paradero de los implicados, revisando material de videovigilancia y recopilando testimonios.
Las autoridades recordaron a la ciudadanía la importancia de solicitar acompañamiento policial al realizar retiros de grandes sumas de dinero, así como reportar de inmediato cualquier comportamiento sospechoso para prevenir este tipo de delitos.
Criminales imponen toque de queda en comuna de Buenaventura
En el barrio Unión de Vivienda Popular, en la comuna 12 de Buenaventura, grupos criminales dictaron un toque de queda que obliga a los residentes a permanecer encerrados a partir de las 6:00 de la tarde. Según denuncias de la comunidad, quienes se atrevan a salir después de esa hora enfrentan la amenaza directa de ser asesinados. Las calles, que antes eran transitadas en las noches, ahora quedan desiertas y silenciosas bajo el control del miedo.
Los habitantes aseguran que esta medida no es nueva, pero en los últimos días se ha intensificado. Muchos recuerdan con nostalgia los tiempos en que podían recorrer el barrio con tranquilidad. Hoy, cualquier sonido de motocicleta genera pánico, y cada puerta permanece cerrada como escudo improvisado contra la violencia. La vida social y económica del sector se paraliza desde que cae la tarde, dejando una sensación de encierro forzado.