En Sevilla, norte del Valle del Cauca, se registró un crimen que mantiene en alerta a las autoridades y en zozobra a la comunidad. El viernes 29 de agosto, un grupo de hombres armados ingresó a una vivienda en el corregimiento de San Antonio y secuestró a la pareja conformada por María Janeth Molina Hurtado, de 58 años, y Mesías Escalante Murcia, de 59.
Los captores obligaron a los adultos mayores a abandonar su casa en medio del miedo de los vecinos. Las autoridades desplegaron operativos de búsqueda inmediata, sin embargo, el hallazgo se dio casi dos días después, cuando los cuerpos fueron encontrados en zona rural de Tuluá, a unos 50 kilómetros de distancia. Según los reportes, las víctimas presentaban signos de tortura.
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Autoridades investigan y refuerzan seguridad
La Policía y la Fiscalía asumieron la investigación para identificar a los responsables del secuestro y homicidio. Hasta ahora, no se han revelado los móviles del crimen, pero la magnitud de la violencia ejercida ha generado un fuerte rechazo entre los habitantes y organizaciones sociales del municipio.
El personero de Sevilla, Jhon Osorio, informó que se activó un plan de defensa con mayor presencia de la fuerza pública en el corregimiento de San Antonio. “El propósito es proteger a la población civil y garantizar la tranquilidad en una zona que se encuentra bajo amenaza”, aseguró el funcionario.
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Antecedentes de violencia en la región
El caso se suma a otro episodio ocurrido recientemente en el mismo municipio. El 14 de agosto, hombres armados secuestraron a la médica Daniela Hernández Montoya y a sus dos hijos menores. Liberaron a los niños pocas horas después, pero mantuvieron a la profesional en cautiverio durante 12 días, hasta que recuperó la libertad el 26 de agosto.
Las investigaciones apuntan a que este hecho estaría relacionado con el Frente 57 Yair Bermúdez de las disidencias de las Farc, grupo armado que disputa el control territorial con el Frente Adán Izquierdo en varios municipios del norte del Valle. La Defensoría del Pueblo había emitido alerta temprana 025, en la que advertía del riesgo en Sevilla, Andalucía, Caicedonia, Bugalagrande y Tuluá por la presencia de estas organizaciones.