En Buenaventura, el deterioro del orden público ha alcanzado niveles críticos. Con apenas nueve meses de 2025 transcurridos, la cifra de asesinatos ya superó el total registrado durante todo el año pasado. Según reportes de la Policía, más de un centenar de homicidios se han cometido en este distrito especial, turístico y portuario, que alberga cerca de 400.000 habitantes. En contraste, en 2024 se habían contabilizado 86 casos.
La Personería municipal insiste en advertir sobre un panorama que se agrava cada semana. No se trata solo de los homicidios: las desapariciones, las extorsiones y los desplazamientos forzados dentro de la misma ciudad siguen siendo una constante. Los recientes hallazgos de cuerpos con signos de tortura avivaron el fantasma de las llamadas ‘casas de pique’, lugares de tortura y desmembramiento que en 2014 estremecieron al país.
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Las estructuras criminales que alimentan este escenario son las mismas que han dominado la ciudad en la última década: los ‘Shottas’ y los ‘Espartanos’. Pese a que en 2022 anunciaron una tregua que inicialmente redujo los asesinatos, el pacto nunca se consolidó y las demás formas de violencia se mantuvieron intactas. Hoy, ambos grupos no solo disputan las 12 comunas de Buenaventura, sino que también han expandido sus redes hacia el exterior.
Bandas en expansión y Buenaventura en abandono
Investigaciones recientes confirman que estas organizaciones han extendido sus operaciones a Chile, estableciéndose en ciudades como Iquique, Antofagasta y Santiago, así como en la región del Maule. Allí replican sus negocios ilegales ligados al tráfico de drogas y armas.
Mientras tanto, en Buenaventura la comunidad insiste en que, además de seguridad, se requieren soluciones estructurales: agua potable constante, educación de calidad, empleo y proyectos que no terminen convertidos en elefantes blancos. Un ejemplo de ello es el estadio Marino Klínger, cuya no ejecución representa, según la Contraloría, un detrimento patrimonial cercano a los 20.000 millones de pesos.
De acuerdo con la Policía Valle, en lo corrido del año se han capturado 202 integrantes de estas bandas: 98 de los ‘Shottas’ y 104 de los ‘Espartanos’. No obstante, la ciudadanía percibe que las acciones aún no logran contener un fenómeno que amenaza con devolver a Buenaventura a sus capítulos más oscuros.