La tensión en el Bajo Calima, zona rural de Buenaventura, aumenta con cada jornada. Más de 500 familias del sector La Colonia viven bajo una amenaza constante por los enfrentamientos entre las disidencias de las FARC y el ELN, que se disputan el control de este corredor estratégico hacia el Pacífico. La Defensoría del Pueblo alertó que 517 familias están en riesgo de desplazamiento forzado, mientras que otras permanecen confinadas sin poder salir de sus viviendas.
El miedo ha paralizado a la población. Los habitantes aseguran que los combates son frecuentes y que la presencia de hombres armados en las veredas es permanente. Según los líderes comunitarios, el Estado no ha cumplido con su promesa de brindar garantías de seguridad para el retorno de las familias desplazadas años atrás. La situación humanitaria se agrava por la falta de alimentos, atención médica y acompañamiento institucional.
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La disputa por el control territorial y sus consecuencias
El conflicto en esta región del Valle del Cauca no es nuevo, pero ha escalado en los últimos meses por el interés de los grupos armados en dominar las rutas utilizadas para el narcotráfico y la minería ilegal. La columna ‘Wilson González’, perteneciente al frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, y estructuras del ELN libran una batalla por el dominio territorial que tiene en zozobra a las comunidades rurales.
Las consecuencias humanitarias son graves. En el último mes se han registrado al menos 15 enfrentamientos, según la Defensoría. El confinamiento limita el acceso a cultivos, escuelas y centros de salud, mientras que el riesgo de reclutamiento forzado de menores aumenta día a día. Los habitantes afirman que los grupos armados circulan libremente por las veredas, imponiendo normas y restringiendo la movilidad.
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Fuerza pública refuerza operaciones en la zona
Ante el recrudecimiento de la violencia, las autoridades militares intensificaron las operaciones en el Bajo Calima. El coronel Alfonso Rafael Pinedo Beltrán, comandante del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 24, aseguró que la Armada mantiene presencia activa en la zona y que se adelantan acciones coordinadas con el Batallón No. 21 para bloquear las rutas utilizadas por las estructuras ilegales.
“Estamos realizando patrullajes fluviales permanentes y operaciones de contención para restablecer el control del territorio”, señaló el oficial. Sin embargo, la comunidad insiste en que la presencia militar es insuficiente y demanda una respuesta integral del Estado que incluya asistencia humanitaria, inversión social y protección efectiva para los civiles atrapados en medio del conflicto.