La amenaza de un nuevo paro armado por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha encendido las alarmas en el suroccidente colombiano. Desde Cali, las gobernadoras de Chocó, Nubia Córdoba, y del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, unieron sus voces para condenar la acción. Ambas la calificaron de contradictoria y anunciaron la activación de medidas estrictas de seguridad para proteger a la ciudadanía.
El anuncio del ELN, que históricamente utiliza estos paros como tácticas de presión política, impacta directamente la movilidad y los servicios esenciales en departamentos clave.
Nubia Córdoba (Chocó): contradicción en la mesa de paz
La gobernadora del Chocó, cuyo territorio sufre recurrentemente las restricciones por violencia, cuestionó la lógica detrás de la amenaza, especialmente cuando existe un proceso de diálogo abierto. El mensaje central de Córdoba se centró en la afectación a los derechos de los ciudadanos:
- Critica la ilegalidad: calificó el anuncio como un nuevo “constreñimiento ilegal” que impacta negativamente la movilidad y los servicios esenciales.
- “Sin sentido”: considera que es un acto contradictorio amenazar la paz mientras se dialoga.
- Pide acciones reales: solicitó al ELN dejar de “someter a la gente a este tipo de afectaciones” y demostrar su voluntad de paz con acciones que protejan las libertades ciudadanas y se concentren en construir país.
Dilian Francisca Toro (Valle del Cauca): firmeza operativa
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, adoptó una postura de firmeza operativa, enfocándose en la defensa activa del territorio y la tranquilidad de la población:
- Rechazo directo: expresó que la Fuerza Pública dará la pelea porque “no vamos a dejar que se realicen un tipo de acciones como esta”.
- Zona de riesgo: identificó el norte del Valle como la región donde el ELN podría tener mayor presencia o interés en actuar.
- Refuerzo y confianza: anunció un refuerzo inmediato de la Fuerza Pública en las zonas críticas, manifestando su confianza en que las autoridades mantendrán el orden y la tranquilidad en el departamento.
Presión en la mesa de negociación
La amenaza se produce justo cuando el Gobierno Nacional mantiene un cese al fuego bilateral y una mesa de diálogo activa con el ELN. Las autoridades regionales interpretan esta acción como una táctica de presión que ignora el impacto humanitario y económico en corredores estratégicos del Pacífico.
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