La ola de violencia impactó nuevamente el norte del Valle del Cauca con un triple homicidio registrado el pasado sábado 13 de diciembre en una zona rural del municipio de Versalles, en límites con Toro. El ataque, perpetrado por hombres armados, subraya la compleja situación de orden público que afecta esta subregión.
Según los reportes iniciales, las tres víctimas se encontraban en un lugar abierto al público en una zona de difícil acceso, ubicada a más de una hora de la cabecera municipal de Versalles. Dos hombres murieron en el sitio tras el ataque con arma de fuego, mientras que una tercera persona falleció minutos después en un centro asistencial de Cartago a causa de la gravedad de sus heridas.
El subcomandante de la Policía Valle, coronel Pedro Pablo Astaiza, detalló que dos sujetos vestidos con prendas oscuras ingresaron al establecimiento, accionaron sus armas de fuego contra las víctimas y huyeron del lugar inmediatamente.
Hipótesis principal: control territorial y clan del golfo
Las autoridades han desplegado un equipo especial de investigadores para esclarecer los móviles de este homicidio múltiple. Aunque la identidad de los responsables aún no ha sido confirmada, la principal hipótesis apunta a un posible ajuste de cuentas por disputas territoriales.
El secretario de Seguridad del Valle, Guillermo Londoño, indicó que “todo es motivo de investigación”. No obstante, el contexto de la región, que opera como corredor estratégico para economías ilegales, sugiere la participación de grupos armados organizados. Reportes de inteligencia señalan que el Clan del Golfo es una de las estructuras con influencia en esta zona y podría estar detrás de las acciones violentas por el control de rutas de narcotráfico y microtráfico.
Este hecho violento subraya la necesidad urgente de reforzar la vigilancia y las operaciones contra el crimen organizado en las zonas rurales del departamento, que se han visto afectadas por la confrontación entre bandas criminales y disidencias.
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