Después del anuncio de que 70 autobuses operados por Blanco y Negro Masivo y GIT Masivo dejarían de circular en Cali, más de 40,000 usuarios se han visto perjudicados. Desde las primeras horas del lunes 18 de septiembre, se notaron los efectos de la retirada de estos autobuses del sistema de transporte masivo MÍO, lo que resultó en largas filas en diversas estaciones y terminales.
Los usuarios han informado demoras en la llegada de los autobuses a las estaciones, lo que ha afectado sus desplazamientos hacia el trabajo o la educación. Las rutas más afectadas incluyen A19A, T31, E21, A11 y A14A en la estación de Universidades, al sur de la ciudad; T50 y T57A en la Terminal de Aguablanca, en el este de la ciudad; y T40, P74 y P47B en la Terminal de Sanín.
Se ha argumentado que la razón de la retirada de los autobuses del MÍO se debe a que los conductores no realizaron una revisión que se requiere después de cierta cantidad de kilómetros, según Metrocali. Sin embargo, el gerente general de Blanco y Negro Masivo ha afirmado que la única razón para no realizar la revisión a tiempo es la deuda de 36,000 millones de pesos que Metrocali tiene con la empresa.
El gerente de Blanco y Negro Masivo ha expresado su rechazo a la decisión de Metrocali, argumentando que perjudica a la ciudad y a sus ciudadanos al dejar sin servicio a miles de personas en Cali y dejar a numerosos empleados sin trabajo.