La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Cañaveralejo (PTAR-C) es uno de los pilares fundamentales en la gestión ambiental y sanitaria de Cali. Durante años, su operatividad se vio afectada por problemas técnicos y legales, lo que limitó su capacidad para procesar las aguas residuales de la ciudad de manera eficiente. Sin embargo, Emcali ha emprendido un ambicioso plan para recuperar esta planta, clave en la conservación del río Cauca y en la mejora de la calidad de vida de los caleños.
En el último año, Emcali ha avanzado en la recuperación de infraestructuras críticas de la planta. Uno de los logros más destacados es la rehabilitación de dos de las cuatro bombas tornillo, esenciales para procesar entre el 25% y el 30% de las aguas residuales que llegan a la planta. Estas bombas conducen el agua hacia la cámara de integración, donde se mezclan tres afluentes antes de iniciar el tratamiento.
Además, se logró poner en operación los sedimentadores 6 y 7 que llevaban años sin funcionar por una intervención fallida de la optimización que se intentó realizar en el año 2017. Con este esfuerzo, siete de los ocho sedimentadores están actualmente en funcionamiento, lo que mejora la capacidad de la planta para separar los sólidos suspendidos de las aguas residuales.
Otro hito es la recuperación de los cinco biodigestores que procesan los lodos primarios, generando biogás. La entidad está trabajando en el reemplazo de las cúpulas de estos digestores para garantizar un manejo adecuado del biogás, ya sea para su aprovechamiento o su disposición segura.
“Estamos trabajando en una consultoría para diseñar los detalles de todo lo que debe ser optimizado. Esto busca recuperar la robustez inicial de diseño de la planta y mejorar la eficiencia en la remoción de contaminantes. Además, contribuiremos a la mejora de las condiciones de oxígeno en el río Cauca, beneficiando a las comunidades que dependen de sus aguas”, afirmó Cristhian Enrique Burbano, jefe de la Unidad de Tratamiento de la PTAR-C.
Impacto ambiental y social
La recuperación de la PTAR-C no solo tiene un impacto técnico, sino también ambiental y social. Al mejorar la calidad del agua que se vierte al río Cauca, se contribuye a la reducción de la contaminación y se mejora la disponibilidad de oxígeno en sus aguas, lo que beneficia tanto a los ecosistemas acuáticos como a las comunidades que dependen de este recurso.
Estas mejoras son especialmente relevantes en un contexto donde el río Cauca es una fuente vital para el suministro de agua potable en Cali y otras ciudades cercanas. Al garantizar un tratamiento más eficiente de las aguas residuales, al empresa refuerza su compromiso con la sostenibilidad ambiental y con la calidad de vida de los caleños.
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Retos en el camino
A pesar de los avances, los desafíos persisten. La recuperación total de la PTAR-C requiere un esfuerzo continuo para asegurar que todas sus líneas de tratamiento funcionen de manera óptima y sostenible. Además, la implementación de las mejoras diseñadas en la consultoría será clave para consolidar los logros alcanzados y superar las limitaciones actuales.
Esta recuperación implica superar varios retos y desafíos:
- Eficiencia de remoción de contaminantes
El principal reto técnico es restaurar la robustez original de la planta. Según Cristhian Enrique Burbano, jefe de la Unidad de Tratamiento, aún se trabaja para recuperar la eficiencia de remoción en las cuatro líneas principales: agua, lodo, biogás y control de olores. Esto no solo impacta el rendimiento de la planta, sino también la calidad del agua que se vierte al río Cauca. - Contaminación del río Cauca
La contaminación histórica del río sigue siendo un desafío importante. Aunque la PTAR-C juega un papel crucial en la mitigación, no es suficiente para resolver completamente el problema. Será necesario coordinar esfuerzos con otras entidades para reducir los vertimientos ilegales y promover el uso sostenible del río. - Conservación del biogás
El adecuado manejo del biogás generado en los biodigestores es otro reto técnico. El reemplazo de las cúpulas permitirá almacenar y aprovechar este recurso energético, pero requiere un monitoreo constante para maximizar su uso y evitar fugas. - Sostenibilidad operativa
A largo plazo, la planta necesita un sistema robusto de mantenimiento para evitar el deterioro recurrente de sus componentes. Esto incluye capacitación del personal y la implementación de tecnología de punta.
La PTAR Cañaveralejo no solo representa una obra de infraestructura estratégica para Cali, sino también un símbolo de los retos que enfrenta la ciudad en términos de gestión ambiental. La recuperación de esta planta es un paso fundamental para garantizar la tranquilidad de los caleños.