En un operativo llevado a cabo por las autoridades en Cali, fue capturado Cristian Ocampo, conocido como alias ‘Tata’, señalado cabecilla de la Red de Apoyo al Terrorismo del Frente Ché Guevara del Ejército de Liberación Nacional (ELN). La detención se realizó en un hogar geriátrico donde Ocampo se refugiaba tras haber sufrido heridas durante un enfrentamiento con el Clan del Golfo el pasado mes de agosto.
Una trayectoria criminal que escaló al liderazgo del ELN
Alias ‘Tata’ no es un desconocido para las fuerzas de seguridad. Según las investigaciones, su incursión en actividades criminales data de al menos ocho años, durante los cuales habría participado en homicidios y narcotráfico en el conocido Cañón de las Garrapatas, una zona estratégica en la región.
Inicialmente, formó parte de las disidencias de las Farc en el municipio de Jamundí. Sin embargo, en 2023, decidió unirse al ELN, asumiendo un papel clave en el fortalecimiento del componente armado de esta organización en el Valle del Cauca. Su rol incluía el reclutamiento de jóvenes campesinos de áreas rurales, a quienes instruía en el manejo de armas y explosivos.
‘Tata’ lideraba una estructura urbana y semi-rural del Frente Ché Guevara, cuya misión principal era mantener el control territorial en municipios como Trujillo, Riofrío y Bolívar. Esta disputa lo llevó a enfrentarse directamente con el Clan del Golfo, un conflicto que ha generado una escalada de violencia en el Valle del Cauca.
En lo que va de 2024, se han registrado más de 10 homicidios atribuidos a esta lucha por el control, siendo uno de los casos más destacados el asesinato de Carlos Quintana en febrero. Estos enfrentamientos han sembrado el temor en las comunidades locales, afectadas por la constante presencia de grupos armados.
Su captura, un golpe al ELN en el Valle del Cauca
La detención de alias ‘Tata’ representa un importante avance en los esfuerzos por debilitar las estructuras del ELN en esta región. Las autoridades judiciales tienen a Ocampo a su disposición, enfrentando cargos por homicidio agravado y por fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.
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Aunque su captura es un golpe significativo, las autoridades advierten que la seguridad en el Valle del Cauca sigue siendo un desafío complejo. El control territorial y las luchas internas entre grupos armados continúan siendo factores que dificultan la estabilidad de la región.
