Valentina Bedoya López, familiar de las víctimas de la reciente masacre en Cali, asegura que la banda ‘Los pescaditos’, presunto brazo armado de la conocida banda ‘Los Shottas’, oriundos de Buenaventura, persigue y asesina a su familia. La joven comerciante sostuvo una relación sentimental con un poderoso narco invisible de la región, y tras su asesinato en Bogotá, afirma que la banda no la ha dejado en paz.
Desde el exilio, Valentina Bedoya ha relatado en varias entrevistas recientes que una banda criminal denominada ‘Los pescaditos’, presunto brazo armado de ‘Los Shottas’, persigue y asesina a su familia.
Asegura Valentina, que su calvario inicio por haber sostenido una relación sentimental con un poderoso ‘narco invisible’ de esa organización, identificado como Jhon Beicker Arroyo Martínez.
Según relató en una entrevista concedida a Telepacífico Noticias, ella era una de las varias novias del narco y por pura coincidencia estuvo presente con él en Bogotá, el día en que lo asesinaron. Tras el hecho, confiesa que su mamá le aconsejó irse de Colombia por su propia seguridad, a lo que la joven accedió, exiliándose en España donde se encuentra en estos momentos.
Persecución y asesinato de sus familiares.
En un primer momento, afirma Valentina, la banda empezó a hostigarla a través de las redes sociales en donde difundían sus fotos intimas con mensajes asegurando que iban a aniquilar a su familia. La razón: la familia de Jhon Beicker la acusaba de haber sido cómplice de la muerte del narco.
Meses después de las amenazas, un sicario se acerco al establecimiento Beautiful Products VL, negocio de venta de cosméticos y productos farmacéuticos abierto por Valentina en 2.021, ubicado en el barrio El Caney de Cali, para disparar en varias oportunidades contra Liz Angélica López López, madre de Valentina.
Según investigaciones del diario ‘El Tiempo’, trasladaron a Liz Angélica a un centro asistencial, pero debido a la gravedad de sus heridas murió poco tiempo después.
Adicionalmente, el segundo hecho violento se volvió a presentar en la ciudad de Cali el pasado domingo 12 de enero, cuando un desconocido disparó contra un grupo de personas en el sector de Bulevar del Oriente, barrio Marroquin II. Perderían la vida Nohelia López, abuela de Valentina; su primo Julián López, con síndrome de down; y María del Mar Mosquera (ajena al caso). Su abuelo continua en grave estado de salud bajo atención médica.
Valentina clama por ser escuchada.
Las recientes entrevistas dadas a varios medios de comunicación de Colombia tienen una razón de ser. Asegura Valentina que está cansada de la situación.
“Estoy cansada, no doy abasto, hace un año mataron a mi mamá, cosa que no he podido superar, mi vida se derrumbó, eso querían esas personas, eso hicieron.”, añade “Alzo la voz por todas las madres que han quedado sin sus hijas, por todas las familias que han dejados sin sus padres, porque son unas malas personas.”, aseguró Valentina para Telepacífico Noticias.
En cuanto a los responsables de esta oleada de crímenes, la joven tiene muy claro que se trata de Álvaro Arroyo Martínez alias ‘Cristian’, y su banda delincuencial conformada por varios hermanos y hermanas del narco asesinado Jhon Beicker.
Al respecto, detalló:
“La banda que mató a mi mamá es una banda de narcotráfico llamada alias los pescados, les dicen los pescaditos, oriundos de Buenaventura. Son muchos hermanos y hay mujeres. (…) Siempre se ponen otro nombre para que no los identifiquen, pero son los Shottas de Buenaventura.“
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Ante las acusaciones, los voceros de la estructura criminal de ‘Los Shottas’ aseguran que no tienen relación con los crímenes contra la familia de Valentina. No obstante, las autoridades examinarán la denuncia en el Espacio de Conversación Socio Jurídica de Buenaventura, proceso de paz en el que la banda participa desde julio de 2023.
Finalmente, la joven ha hecho un llamado a distintas autoridades para que la escuchen y tomen acción inmediata para proteger a sus seres queridos. Su intención es llevar el caso a donde sea necesario, ya sea la DEA, o ante el mismo Presidente Petro.
