Cali, la ciudad electoral clave para el presidente Gustavo Petro, se ha convertido en escenario de un creciente conflicto político entre el alcalde Alejandro Eder y sectores del petrismo. A pocas semanas de iniciar el segundo año de su mandato, Eder enfrenta una oposición más marcada por parte del Pacto Histórico en el Concejo, que no solo cuestiona varias de sus políticas, sino que también ha intensificado la crítica en el contexto preelectoral.
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De acuerdo con la Silla Vacía, la tensión comenzó a tomar forma en 2024 con decisiones como el cierre de 400 comedores comunitarios, una medida que Eder tuvo que revertir tras las fuertes críticas del sector de izquierda. A finales de enero de 2025, las concejalas Ana Erazo y María del Carmen Londoño, del Polo Democrático, anunciaron su oposición a la Alcaldía, citando preocupaciones sobre el bienestar de los sectores populares y la atención a las élites, como en el caso de la devolución de impuestos al Club Campestre. “El alcalde toma decisiones para la élite y quiere hacer grandes obras a costa de que haya más miseria en la ciudad”, le aseguró Londoño a la Silla Vacía.
Este mes, las críticas al alza se centraron en la subida del 25% del impuesto predial, la privatización del Parque Cristo Rey, y el controversial empréstito por 3.5 billones de pesos que recibió la aprobación del Concejo sin mayor resistencia. “No vamos a continuar manejando una independencia que atenta contra los intereses de la gente”, afirmó la concejal Erazo. Sin embargo, desde la administración de Eder, se defiende que el Club Campestre es un Bien de Interés Cultural (BIC), y se rechaza cualquier vínculo de interés privado.
Diferencias políticas y administrativas en Cali
Además de las diferencias políticas y administrativas, la relación se ha visto marcada por la compleja herencia del paro nacional de 2021, que dejó huellas en Cali, y las recientes declaraciones del presidente de la CUT, Fabio Arias, sobre un posible “estallido social”. Eder, en rechazo a estas palabras, resaltó la necesidad de evitar la violencia y las divisiones en la ciudad, lo que incrementó aún más las tensiones con sectores del petrismo, quienes acusan al alcalde de restar importancia a la memoria de los eventos ocurridos durante el paro.
La cercanía de las elecciones presidenciales de 2026 ha puesto a Cali en el centro del debate político, y la relación entre Eder y el gobierno Petro se complica mientras el alcalde, aunque aliado en algunos frentes, se desmarca en otros, como con la política exterior y la gestión de la seguridad. En este contexto, las figuras del Pacto Histórico en el Concejo, aunque dispuestas a apoyar las iniciativas que consideren positivas para la ciudad, ya han dejado claro que no se alinearán con la administración Eder si esta sigue priorizando los intereses de la élite en detrimento de los más necesitados.
En medio de esta polarización, el futuro de la administración de Eder en Cali se vuelve incierto. Si bien aún conserva apoyo en sectores cercanos al uribismo y algunos aliados locales, el ambiente político se calienta conforme se acercan las elecciones del 2026, y la relación entre el alcalde y el petrismo continúa siendo uno de los principales focos de atención en la capital del Valle.
