Cali se prepara para vivir una jornada histórica este domingo 4 de mayo con la realización de su primera Maratón oficial, un evento que no solo moverá a miles de corredores por las principales vías de la ciudad, sino también a su economía. Con una proyección de más de 13.200 turistas, la capital del Valle se convertirá por un día en el destino número uno del turismo deportivo en Colombia.
El impacto va mucho más allá del deporte. Según el Sistema de Información Turística (SITUR), se espera que la derrama económica de la Maratón supere los $16.000 millones, beneficiando directamente sectores clave como el alojamiento, la gastronomía, el entretenimiento y el transporte. Solo en hospedaje, los visitantes dejarían alrededor de $4.471 millones, mientras que la oferta gastronómica captaría cerca de $3.500 millones.
97% de los turistas serán nacionales
Aunque el 97 % de los asistentes serán nacionales, la presencia internacional también marcará la jornada. Más de 330 corredores extranjeros, procedentes de países como Estados Unidos, México, Ecuador, Panamá y Puerto Rico, ya están inscritos, lo que da señales positivas sobre el potencial de crecimiento del evento en futuras ediciones.
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“Cali tiene la oportunidad de consolidarse como una capital del turismo deportivo. Esta Maratón es solo el inicio de una estrategia que busca posicionar a la ciudad en los grandes circuitos nacionales e internacionales”, afirmó Mabel Lara, secretaria de Desarrollo Económico, quien también destacó la combinación entre deporte, cultura y alegría como factores diferenciales del evento.
Además de la competencia, la Maratón también dejará una huella simbólica: 100 embajadores de Cali en el mundo participarán en los 4.2K, luciendo camisetas con el lema “Cali es donde debes estar”, una acción que refuerza la proyección global de la ciudad a través del deporte.
Con calles llenas de corredores y turistas, y hoteles y restaurantes operando a plena capacidad, la Maratón de Cali promete ser más que una carrera; será una vitrina para el desarrollo económico, el orgullo caleño y la construcción de una nueva identidad turística para la ciudad.