El sur de Cali volvió a vivir una jornada de caos vehicular este jueves 22 de mayo, debido al bloqueo prolongado en la Avenida Simón Bolívar, a la altura de la Carrera 50, un sector conocido como ‘la escombrera’. Conductores de vehículos de carga, conocidos popularmente como ‘chanas’, mantienen interrumpido el paso como forma de protesta por las condiciones en las que operan.
El epicentro de la protesta se ubica en la carrera 56 con calle 25, entre los barrios Pance y Lili, donde desde hace varios días los trabajadores del sector de recolección de escombros han venido manifestando su inconformidad con lo que consideran un abandono institucional. Aseguran que el sitio donde depositan los residuos de construcción está colapsado y que sus pedidos para mejorar el sistema de gestión no han sido atendidos.
Alternativas viales y medidas de movilidad
Ante la persistencia de la protesta, la Secretaría de Movilidad activó varias rutas alternas con el fin de reducir el impacto del cierre en la movilidad diaria.
Los vehículos que se desplazan en sentido norte pueden tomar la Calle 56 y seguir hacia la Calle 16, para luego incorporarse a vías paralelas que les permitan retomar la Avenida Simón Bolívar más adelante.
En el caso de quienes viajan hacia el sur, se recomienda tomar la Calle 18 o Calle 61, desviarse hacia las Carreras 68 o 69 y así bordear la zona congestionada. Para los trayectos en el centro de la ciudad, la opción es utilizar vías intermedias como la Calle 61 o la Calle 68, según informó la entidad.
Las autoridades insistieron en que los ciudadanos planeen con antelación sus desplazamientos y, si es posible, usen medios de transporte distintos al vehículo particular. También recomendaron el uso de aplicaciones móviles de navegación para consultar el estado del tráfico en tiempo real.
¿Qué exigen los manifestantes?
Los trabajadores que manejan los residuos de construcción afirman que la llamada escombrera de la 50 está completamente saturada y que esto los deja sin opciones para cumplir con su labor. Añaden que, pese a reuniones con autoridades, no se han materializado soluciones de fondo.
Desde la Alcaldía se explicó que sí se han hecho evacuaciones parciales del sitio, aproximadamente cada cuatro meses, para permitir su operación temporal. No obstante, frente a la solicitud de una adecuación más integral, la administración local respondió que no es viable, dado que existe una orden de cierre definitiva para ese espacio.
El bloqueo ya ha generado afectaciones no solo a conductores, sino también a usuarios del transporte público, comerciantes y residentes de la zona. A pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Movilidad por mitigar la situación con desvíos, el flujo vehicular sigue siendo lento y caótico en horas pico.
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Mientras los manifestantes insisten en mantenerse en la vía hasta obtener soluciones concretas, la ciudad sigue a la espera de un diálogo efectivo que permita levantar el bloqueo sin recurrir al uso de la fuerza. La situación también refleja la falta de infraestructura adecuada para la gestión de escombros en una ciudad que crece rápidamente, pero no siempre con la planificación necesaria.
