La ciudad de Cali avanza en su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad urbana. Como parte de este esfuerzo, recientemente fueron cerrados cuatro establecimientos comerciales que generaban afectaciones ambientales, especialmente por contaminación acústica. La decisión, tomada tras varias visitas técnicas, evidencia que las autoridades están fortaleciendo los controles frente a quienes incumplen las normas ambientales en la ciudad.
El grupo de Acústica Ambiental ha intensificado su trabajo en lo corrido del año. Ha recibido 445 solicitudes de la comunidad por posibles impactos sonoros y realizado 270 visitas de verificación a diferentes negocios. Como resultado, se impusieron 25 medidas preventivas y se detectaron siete casos graves de incumplimiento, que derivaron en cierres con el apoyo de la Policía Metropolitana.
Pero no todo ha sido control y sanción. También se ha trabajado en la prevención y la formación. A través de ocho jornadas educativas, 143 personas, en su mayoría posibles infractores, recibieron capacitación sobre la normativa ambiental y la necesidad de generar entornos más armónicos para la convivencia ciudadana.
Residuos sólidos bajo la lupa
Por otro lado, el grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos también ha reforzado su intervención. En lo que va del año, ha atendido 475 solicitudes ciudadanas y realizado 461 visitas a actores generadores y gestores de residuos. Gracias a este trabajo, 83 generadores han sido vinculados a prácticas de manejo eficiente, promoviendo la reducción, el reciclaje y la correcta disposición de residuos.
Estos avances reflejan un esfuerzo por transformar los hábitos de quienes producen residuos, especialmente en sectores comerciales. Las visitas han permitido orientar a los responsables y ofrecer alternativas viables que minimicen el impacto ambiental sin frenar su actividad económica.
Las acciones de control, acompañamiento y educación ambiental forman parte de una estrategia más amplia para construir una ciudad comprometida con la sostenibilidad. El mensaje de las autoridades es claro: no se trata solo de sancionar, sino de generar conciencia y transformar comportamientos.
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Cada cierre, cada visita técnica y cada jornada educativa buscan fortalecer la cultura ambiental en Cali. La meta es consolidar una ciudad donde el desarrollo económico no esté reñido con el respeto al entorno. Para lograrlo, la participación ciudadana sigue siendo clave. Las denuncias oportunas, la disposición a cambiar hábitos y el cumplimiento de las normas son fundamentales para avanzar hacia una Cali más verde y habitable.