La ciudad de Cali enfrenta una nueva alerta de seguridad, esta vez en el recientemente inaugurado Parque Ambiental Cristo Rey. Videos difundidos en redes sociales muestran a varios niños y adolescentes escalando estructuras elevadas del parque sin ningún tipo de protección, mientras caminan al borde de barandas o se cuelgan de muros en plena Avenida Circunvalar.
Estos comportamientos, además de poner en peligro la integridad de los menores, han encendido las alarmas entre los ciudadanos. La comunidad teme que estas imprudencias terminen en una tragedia, especialmente porque Cristo Rey recibe gran afluencia de visitantes durante los fines de semana y feriados.
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Sendero de Cristo Rey, un nuevo espacio que demanda control
El Parque Ambiental Cristo Rey fue inaugurado como uno de los proyectos de infraestructura verde más importantes de Cali. Su propósito es ofrecer un espacio para la recreación, la educación ambiental y el esparcimiento familiar, al tiempo que se preserva el entorno natural del cerro. Sin embargo, lo que debía ser un símbolo de integración con la naturaleza ha comenzado a evidenciar vacíos en la supervisión.
A pesar de las señales de advertencia y las normas de uso visibles en diferentes tramos del recorrido, varios menores han ignorado las indicaciones de seguridad. Según testigos, no se observaba la presencia constante de personal logístico ni vigilancia activa en las zonas más concurridas.
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Responsabilidad compartida entre padres y autoridades
Los cuestionamientos no solo recaen sobre la administración del parque, sino también sobre los padres o acudientes de los menores. Muchos usuarios en redes sociales se han preguntado por qué los adultos responsables permiten que los niños se expongan a riesgos tan evidentes. La ausencia de supervisión familiar en sendero de Cristo Rey, un espacio natural con desniveles, barrancos y superficies elevadas representa una negligencia que podría tener consecuencias fatales.
Las autoridades locales, por su parte, tienen el reto de reforzar las estrategias de seguridad y pedagogía en estos espacios. Se requiere no solo vigilancia física, sino también campañas de concientización dirigidas tanto a los menores como a sus familias. La prevención debe ser una prioridad si se quiere conservar estos espacios como zonas seguras y de disfrute colectivo.