Cali se está sacudiendo del estancamiento económico con cifras que no se veían hace casi dos décadas. Entre febrero y abril de 2025, la ciudad alcanzó una tasa de desempleo del 9,7%, el porcentaje más bajo registrado en los últimos 19 años. Un indicador que no solo refleja una mejora en el acceso al trabajo, sino también el efecto acumulado de políticas públicas, inversión privada y el empuje de sectores estratégicos que están jalonando el desarrollo local.
A este dato se suma otro no menor: la capital vallecaucana sumó 34.400 nuevos empleos en comparación con el mismo trimestre del año anterior. La tasa de ocupación alcanzó el 57,8%, una cifra que evidencia que cada vez más caleños están encontrando espacios laborales formales, en actividades con proyección y mejores condiciones. No se trata solo de llenar vacantes, sino de avanzar hacia un modelo de trabajo más justo, estable y productivo.
Mejores trabajos y menos informalidad
Uno de los aspectos más significativos del informe es el descenso en el subempleo. Un total de 22.800 personas dejaron de estar en la categoría de quienes buscan trabajar más horas, mejorar sus ingresos o acceder a tareas más acordes a su formación. Esta reducción sugiere que no solo hay más empleo, sino que también mejora la calidad del mismo. La informalidad laboral, otro de los grandes retos históricos de Cali, también mostró una caída importante, situándose en 46,9%, es decir, 2,2 puntos porcentuales menos frente al mismo periodo del año anterior.
Estas cifras muestran una transformación paulatina del mercado laboral. Aunque aún queda camino por recorrer, se está dando un viraje hacia empleos con garantías, afiliación y estabilidad. Y esa transición no sucede sola: responde al dinamismo de sectores que se están consolidando como pilares de la economía urbana.
Entre ellos se destacan las actividades profesionales y administrativas, que generaron 16.600 nuevos empleos. También fue notable el crecimiento de los sectores de salud, educación y administración pública, con un aporte combinado de 13.700 plazas. Le siguen la industria manufacturera con 4.800 y la construcción con 3.900. En conjunto, estos sectores están ayudando a reactivar el tejido productivo y a generar bienestar más allá de las cifras.
El sector privado lidera la recuperación mientras se reducen los empleos más precarios
Un dato relevante es que buena parte del crecimiento en el empleo provino del sector privado. Las empresas caleñas incorporaron 32.500 nuevos trabajadores en el trimestre analizado, lo que refleja un clima de mayor confianza y una recuperación sostenida. También creció el trabajo por cuenta propia, con 7.400 personas más, así como el empleo público, que sumó 2.200 vinculaciones adicionales.
En contraposición, las formas de ocupación más inestables mostraron retrocesos. Los trabajos en servicio doméstico cayeron en 5.500 y los jornaleros se redujeron en 1.500. Esto podría interpretarse como un avance hacia ocupaciones más dignas y sostenibles, en un entorno donde, históricamente, la informalidad ha sido una salida obligada para miles de personas sin acceso a empleos formales.
La secretaria de Desarrollo Económico del Distrito, Mabel Lara, valoró este momento como un hito para la ciudad. “Esta es una más que buena noticia, 34.000 nuevos puestos, empleo formal y digno para una ciudad como la nuestra. Pero además, una cifra histórica: después de 19 años llegamos a una tasa de desempleo de 9,7%. Hay que seguir trabajando para fortalecer la confianza inversionista, y este es también un reconocimiento a los sectores que han tenido una reactivación económica.”, señaló.
Lara también resaltó el papel de sectores que venían rezagados, como la construcción, y el impacto social que tiene una economía que permite generar ingresos estables. “La mejor política social es el trabajo digno. Y en ese camino estamos avanzando”, agregó.
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Este repunte no solo impacta en los indicadores técnicos, sino también en el ánimo colectivo de una ciudad que ha enfrentado duros desafíos económicos. El mensaje es claro, Cali está recuperando su capacidad para ofrecer oportunidades reales, para emprender y para crecer sin que eso signifique abandonar el territorio.
