Giovanni Jurado, uno de los rostros más visibles de la Primera Línea en Cali y líder del colectivo “diálogos improbables” en la comuna 8, lanzó un duro cuestionamiento contra el Gobierno de Gustavo Petro. El activista aseguró que los jóvenes que apoyaron la candidatura presidencial y apostaron por el cambio hoy se sienten engañados, tras lo que considera un abandono de las promesas y un uso oportunista de la movilización social.
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Jurado señaló directamente al programa Jóvenes en Paz, que el Gobierno presentó como un mecanismo clave para prevenir la violencia. Según dijo, la iniciativa no solo falló en su diseño y ejecución, sino que terminó generando más problemas. “Fue un fracaso. Contrataron personas sin preparación adecuada para tareas sensibles como el apoyo psicosocial. Incluso hubo retrasos en los pagos y falta de seriedad en la gestión de los recursos”, afirmó.
¿La Primera Línea usada por algunos políticos para su beneficio?
El líder juvenil también denunció que la movilización de la Primera Línea ha sido usada por algunos políticos para su beneficio. Mencionó a Richard Piedrahíta y al senador Alexander López, de quienes dijo, se valieron del programa para fortalecer sus intereses partidistas. Además, rechazó que al movimiento se le vea como un mecanismo de presión para impulsar reformas: “No estamos aquí para ser brazo de nadie. En Cali hemos apostado por la paz y merecemos ser reconocidos por ese esfuerzo”, puntualizó.
El activista recordó que durante la campaña de 2022, la Primera Línea de su comuna aportó más de 17.000 votos a la causa de Petro, pero hoy sienten que el mandatario ha dado la espalda a quienes confiaron en él. “El presidente debe dejar de lado los discursos y pasar a las acciones reales. Ya no es senador. Cada declaración que da termina aumentando la polarización. Le recordamos que es el presidente de todos los colombianos, no solo de un sector”, sentenció.
Jurado pidió además que el Ejecutivo y los organismos de control den respuestas claras sobre los recientes escándalos de corrupción, como los que rodean a la UNGRD y las denuncias en el Valle del Cauca. “No es posible que el Gobierno que prometió acabar con la corrupción guarde silencio frente a estos hechos”, concluyó.
