El proyecto de infraestructura vial 5G que atraviesa la ciudad de Cali enfrenta una grave parálisis en uno de sus tramos más importantes: la intersección de Sameco. A pesar de que esta obra fue concebida como un impulso clave para la movilidad regional, con la promesa de mejorar la conectividad con municipios vecinos como Palmira y Jamundí, hoy su ejecución está en pausa desde hace más de un año.
El concejal Edison Giraldo, quien ha hecho seguimiento constante al proyecto desde 2024, volvió a llamar la atención sobre el retraso. Giraldo citó a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para que entregue un informe detallado sobre el estado del proyecto, presupuesto ejecutado y razones del estancamiento. “Este es un proyecto que beneficiará a más de 4.300 vehículos al día y reducirá hasta un 47 % la congestión en el norte de Cali. Es urgente saber qué está pasando”, afirmó.
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Por su parte, el alcalde Alejandro Eder manifestó públicamente su preocupación. Según el mandatario, la obra lleva 440 días sin iniciar, cuando debería estar próxima a finalizar. “Nos quedan solo 105 días para que la ANI dé respuesta y garantice los recursos para arrancar”, aseguró.
Sólo se ha avanzado en el tramo sur: Sameco está paralizado
La vía 5G de Cali contempla la construcción, mejoramiento y rehabilitación de 310 kilómetros de corredores viales, de los cuales dos tramos pasan por la ciudad: el de Sameco y el de la Glorieta Cencar. La inversión total asignada a las unidades funcionales del Valle supera los 1,1 billones de pesos, con un plazo de ejecución de 36 meses desde septiembre de 2021. Sin embargo, solo se ha avanzado en el tramo sur, mientras el sector de Sameco permanece paralizado.
La importancia de esta obra radica no solo en el alivio al tráfico vehicular, sino también en el impacto económico y social que implica. Se espera que, una vez ejecutado, el proyecto genere cientos de empleos, mejore la seguridad vial y fortalezca el comercio en la región.
La falta de avances ha encendido las alarmas entre los caleños, que ven en esta vía una solución concreta a los históricos problemas de movilidad. Ahora, todas las miradas están puestas en la ANI, que deberá rendir cuentas y tomar decisiones prontas si se quiere evitar que este megaproyecto se convierta en una promesa incumplida.
