Una mujer en Cali decidió no quedarse callada. En un video que se ha viralizado en redes sociales, se ve cómo confronta a un grupo de vecinos que, presuntamente, pagaron a un habitante de calle para arrojar escombros en plena vía pública. El hecho ocurrió en un barrio del sur de la ciudad, donde los residentes vienen lidiando con problemas constantes relacionados con acumulación de basuras y residuos sólidos.
La ciudadana encaró directamente a los responsables y les reclamó por contribuir al deterioro del entorno. Según su denuncia, esta práctica no solo es frecuente, sino que se ha normalizado en algunos sectores, donde los escombros y desechos permanecen durante días sin que haya sanciones o intervención de las autoridades. La escena desató un debate sobre la responsabilidad ciudadana y el abandono institucional en el manejo de residuos urbanos.
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Escombros y basuras: una crisis que afecta a toda Cali
El caso no es aislado. En varias comunas de Cali, los habitantes denuncian que la acumulación de basura y escombros en espacios públicos se ha vuelto una constante. Calles, andenes y esquinas se convierten en puntos críticos donde proliferan los desechos, generando malos olores, plagas y riesgos sanitarios. Esta situación no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que representa un problema de salud pública.
La mala disposición de residuos está ligada, en muchos casos, a la falta de cultura ciudadana, pero también a la débil acción de las autoridades para controlar y sancionar estas conductas. Mientras algunos ciudadanos pagan a recicladores o habitantes de calle para que se “deshagan” de su basura, otros simplemente la abandonan en lugares prohibidos. El resultado: barrios enteros enfrentan montañas de desperdicios sin solución a la vista.
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Nueva escombrera ilegal en el oriente de Cali
Una escombrera ilegal apareció entre los barrios Marroquín y Charco Azul, al oriente de Cali. El activista urbano conocido como “El Reportero Escobita” documentó el botadero con imágenes y videos que circularon ampliamente en redes sociales, generando alerta entre los habitantes del sector. En el terreno, que antes permanecía despejado, hoy se amontonan colchones, muebles rotos, restos de construcción y basura doméstica. El activista pidió a la comunidad no pagar a particulares por desechar residuos, pues esas prácticas solo agravan la crisis ambiental que vive esta zona.
Los residentes, por su parte, denunciaron el aumento de vectores, malos olores y el peligro sanitario que representa la acumulación de residuos cerca de sus viviendas. Algunos señalaron que durante las noches es común ver motocarros y camionetas descargando basura sin control. “Esto ya no es solo un problema de imagen del barrio, es un riesgo para nuestros niños y adultos mayores”, dijo una vecina. Ante esta situación, la comunidad exige la intervención inmediata de las autoridades y acciones concretas para detener el crecimiento de estos focos de contaminación en el oriente de la ciudad.