Durante las últimas 24 horas, Cali enfrentó una preocupante escalada de violencia. Al menos cuatro homicidios fueron reportados en diferentes puntos de la ciudad, según información preliminar suministrada por las autoridades. Las víctimas eran hombres entre los 19 y 45 años de edad, y todos los crímenes se cometieron con arma de fuego.
Los sicarios asesinaron a cuatro hombres en los barrios Oasis de Comfandi, Marroquín II, Líderes III y Nueva Floresta. En dos casos, los atacantes mataron a las víctimas en el lugar. En otro, los agresores hirieron al hombre y, aunque fue trasladado a un centro asistencial, murió poco después. En el cuarto caso, testigos vieron a los responsables huir en motocicleta. Este patrón, repetido en hechos violentos recientes, incrementa la preocupación ciudadana por la seguridad en Cali.
Investigación en curso
Las autoridades judiciales ya asignaron los casos a las Fiscalías 69 y 120 Seccionales y Locales, respectivamente. Así mismo, desde allí se adelantan las diligencias correspondientes para esclarecer los móviles de los crímenes y lograr identificar a los responsables. Por ahora, no se ha confirmado si existe relación entre los hechos o si responden a disputas entre estructuras delictivas, ajustes de cuentas o situaciones individuales. Las hipótesis siguen en desarrollo.
Este nuevo episodio de homicidios en tan corto lapso refleja un patrón que inquieta a la ciudadanía. Habitantes de las zonas afectadas han manifestado temor ante la creciente inseguridad, solicitando mayor presencia policial y acciones concretas del gobierno local.
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Las autoridades han reiterado su compromiso con el esclarecimiento de los crímenes y el fortalecimiento de operativos preventivos. También, el impacto de estos sucesos revive el debate sobre la efectividad de las estrategias de seguridad urbana y la capacidad institucional para contener la violencia en Cali.
