Un fuerte operativo de control por parte de la Policía Metropolitana y agentes de tránsito se desplegó en la madrugada del viernes 25 de julio en el kilómetro 18 de la vía Cali – Dagua. Las autoridades llegaron con patrullas, motos oficiales, luces encendidas y sirenas activadas para cerrar las tres salidas del sector y poner fin a una concentración ilegal de motociclistas que apostaban en carreras clandestinas.
El despliegue tomó por sorpresa a decenas de infractores que participaban en los llamados “piques” y “canguros”. Ante la intervención, muchos corrieron de manera desesperada hacia los lados de Dagua, algunos a pie y otros se ocultaron entre la vegetación. Las autoridades informaron que lograron retener a varios motociclistas y anunciaron sanciones y procesos en curso.
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Piques y caos: así se tomaron la carretera
Minutos antes del operativo, el kilómetro 18 se había convertido en un improvisado escenario de descontrol. Motociclistas realizaban maniobras de alto riesgo, mientras decenas de espectadores se ubicaban a los costados de la carretera observando el espectáculo. Algunos llegaban en carros con equipos de sonido a alto volumen, lo que aumentaba el escándalo.
Además del ruido, el consumo de licor y sustancias psicoactivas fue evidente, lo que sumó un factor de peligro a la situación. No había presencia de autoridades hasta el momento del operativo. Según testigos, este tipo de eventos se han vuelto frecuentes en la zona, especialmente durante los fines de semana, sin control ni regulación.
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Autoridades anuncian más operativos y sanciones
Tras la intervención, la Policía reiteró su compromiso de reforzar los controles en puntos críticos de la ciudad y zonas rurales como la vía al mar. Señalaron que estos eventos ponen en riesgo la vida de los participantes y de terceros, además de afectar la tranquilidad de las comunidades cercanas.
El material audiovisual recopilado por las autoridades y por ciudadanos será clave para identificar a quienes lograron escapar. La Secretaría de Movilidad insistió en que las carreras ilegales son un delito y que quienes las promuevan o participen serán judicializados. El mensaje a la ciudadanía es claro: estas actividades no serán toleradas.
