El deporte vallecaucano vuelve a enfrentar un duro revés. Ayer 1 de agosto, las piscinas Alberto Galindo Herrera, uno de los principales escenarios de entrenamiento acuático en Cali, fueron desconectadas del servicio eléctrico por segundo episodio consecutivo en lo que va del 2025. La causa: incumplimientos reiterados en los pagos por parte de la Secretaría del Deporte de la ciudad.
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La situación ha obligado a suspender entrenamientos de múltiples disciplinas, afectando a decenas de nadadores, entrenadores, trabajadores y clubes deportivos que utilizan estas instalaciones de forma regular. La medida también golpea los procesos formativos de niños y jóvenes que aspiran a integrar selecciones regionales y nacionales.
Organizaciones deportivas reaccionaron de inmediato ante el hecho
Organizaciones deportivas y líderes del sector no ocultaron su malestar. A través de pronunciamientos públicos, exigen que la Alcaldía de Cali y la Secretaría del Deporte respondan por lo que consideran una muestra más de abandono institucional. “Esto no es solo una falla operativa, es una señal clara del desprecio por el desarrollo deportivo de la ciudad”, señalaron desde uno de los clubes afectados.
La falta de continuidad en los procesos de entrenamiento no solo afecta el rendimiento de los atletas, sino también su motivación y proyección en competencias nacionales e internacionales. “Cada día perdido es una oportunidad menos para formar campeones”, añadió uno de los entrenadores consultados.
Hasta el momento, la Secretaría del Deporte no ha emitido un comunicado oficial frente a la situación. Sin embargo, dirigentes deportivos insisten en que se requieren acciones urgentes y no más excusas. La comunidad del deporte caleño reclama respuestas claras y una solución estructural que garantice la operación continua de los escenarios deportivos.