Los residentes del barrio Alto Nápoles, al sur de Cali, denuncian que un andén se ha transformado en un basurero constante. El estrecho espacio peatonal, que debería facilitar el paso seguro de los transeúntes, ahora está invadido por bolsas de desechos, escombros y residuos orgánicos arrojados indiscriminadamente por personas que pasan en motocicleta o a pie.
La comunidad asegura que este problema no es nuevo, pero se ha intensificado en las últimas semanas. “Lo hacen a cualquier hora, incluso en la madrugada. Lanzan la basura y se van como si nada”, afirman. Esta conducta no solo deteriora el entorno, sino que también dificulta la movilidad y representa un peligro para niños y adultos mayores que caminan por la zona.
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Habitantes de calle y plagas agravan la situación
A medida que la basura se acumula, el panorama se torna más complejo: habitantes de calle revisan los residuos en busca de comida o materiales reciclables, lo que genera desorden, olores fuertes y la dispersión de los desechos por toda la cuadra. Como resultado, las ratas, cucarachas y moscas han comenzado a proliferar en los alrededores, según reportan varios vecinos.
“La situación nos tiene cansados. Hemos hecho varios llamados, pero no hay acciones concretas”, comenta una líder comunitaria, quien insiste en la necesidad de patrullajes frecuentes y campañas educativas. La comunidad teme que este punto se consolide como un basurero permanente si no se aplican correctivos con urgencia.
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Piden cultura ciudadana y acción institucional
Los habitantes de Alto Nápoles no solo exigen sanciones para quienes arrojan residuos, sino también campañas de concientización que promuevan una mejor cultura ciudadana. Para ellos, el problema va más allá de la recolección: es una muestra de la falta de responsabilidad colectiva y del poco respeto por los espacios comunes.
Asimismo, la comunidad reclama una intervención directa por parte de la Alcaldía y la empresa de aseo, para que se instalen señales visibles, se refuercen las frecuencias de limpieza y se cree un canal de denuncias más efectivo. “Queremos vivir en un entorno limpio, pero sin el apoyo institucional es imposible sostener cualquier esfuerzo comunitario”, puntualizan los vecinos.