Carpa La 66, ubicada en el sur de Cali (avenida Pasoancho con carrera 66), fue objeto de múltiples quejas vecinales por ruido y desorden durante eventos masivos. Una inspección de Policía determinó que el predio carecía de permisos para realizar conciertos y vender licor, lo que derivó en cierres temporales del espacio.
Ahora, el promotor Carlos Paz anuncia su regreso con un formato llamado “Carpa Carnaval del Sur”, previsto del 26 al 30 de diciembre durante la Feria de Cali. Sin embargo, condiciona su realización a la obtención anticipada de permisos para evitar el caos del año anterior.
¿Quién impulsa esta reactivación y cómo lo plantea?
Carlos Paz, representante legal del evento llamado “El Mejor Parche de la Feria”, afirma que solicitó los permisos con cuatro meses de antelación, esperando una respuesta clara al menos 15 días antes del evento. Su objetivo, dice, es evitar cancelaciones de último minuto como las del año pasado.
El empresario insiste en que no tiene procesos vigentes por ruido ante ninguna autoridad ambiental y quiere ofrecer una alternativa cultural más accesible para caleños.
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¿Cuándo y por qué vuelve este conflicto a escena?
La polémica vuelve justo antes de la Feria de Cali No. 68. Hace un año, el evento fue interrumpido varias veces y finalmente suspendido por falta de permisos, generando tensión con la comunidad y con las autoridades.
La fecha clave para definir si realmente se permitirá la vuelta es esta misma semana, cuando se definiría la situación jurídica del predio. La presión vecinal y la posibilidad de nuevos cierres ponen en entredicho la viabilidad del regreso de los conciertos.
¿Por qué importa esta disputa para Cali?
Este conflicto refleja tensiones más profundas: entre el derecho al entretenimiento en festividades populares y la calidad de vida de las comunidades residenciales. La Carpa La 66 opera en una zona donde el ruido afecta a decenas de familias. El desenlace de esta disputa será un test para el equilibrio entre cultura, normatividad y la convivencia urbana.