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Brutal agresión a taxista de 67 años desata indignación en Cali

Un taxista de 77 años fue víctima de una violenta golpiza en Cali tras un acto de intolerancia ciudadana.

Cali enfrenta un grave problema de intolerancia que se suma a la ya compleja situación de inseguridad. El más reciente hecho ocurrió cuando un taxista de 67 años fue agredido brutalmente por un individuo que lo atacó sin consideración por su edad ni por su vulnerabilidad.

El conductor terminó con heridas de gravedad en el rostro, lo que no solo representa un daño físico, sino también un impacto emocional profundo para él y su familia. Este caso refleja la fragilidad de la convivencia ciudadana en una urbe marcada por la violencia cotidiana.

El agresor golpeó al taxista en medio de una confrontación, cuyas causas aún se investigan. Lo preocupante no es solo el hecho violento en sí, sino la frecuencia con la que se registran episodios similares en la ciudad.

Cada incidente de este tipo visibiliza cómo la intolerancia se convierte en un detonante que expone la falta de mecanismos efectivos de resolución pacífica de conflictos en Cali.

Indignación ciudadana y solidaridad

Tras conocerse la agresión, la ciudadanía expresó su indignación a través de redes sociales, donde circulan mensajes de rechazo contra este tipo de actos. Colectivos y asociaciones de taxistas también manifestaron su solidaridad con la víctima, pidiendo justicia y acciones que protejan a quienes trabajan en el servicio público.

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Este hecho ha servido como recordatorio de la necesidad de fortalecer la cultura ciudadana y promover espacios de respeto mutuo, especialmente hacia los adultos mayores, quienes enfrentan mayor vulnerabilidad frente a la violencia.

Autoridades en alerta

Las autoridades locales informaron que avanzan en la investigación para identificar y judicializar al responsable de la agresión. Al mismo tiempo, hicieron un llamado a la comunidad para denunciar cualquier acto de intolerancia que ponga en riesgo la vida y la seguridad de los ciudadanos.

El caso del taxista evidencia la urgencia de adoptar medidas preventivas y pedagógicas que reduzcan la violencia en la cotidianidad. Aunque las cifras oficiales se concentran en el delito, episodios de intolerancia como este son igualmente devastadores para la sociedad caleña.