Hoy, 2 de octubre de 2025, Cali se sumó a una serie de movilizaciones en todo el país para exigir la liberación de las activistas colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto, detenidas por Israel en aguas cercanas a la Franja de Gaza. La concentración en la ciudad comenzó a las 3:00 p.m. en la calle 6 norte, cerca de la sede de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI).
Los asistentes denunciaron que las activistas fueron detenidas mientras participaban en la Flotilla Global Sumud, una misión humanitaria que buscaba entregar alimentos y suministros a Gaza, desafiando el bloqueo naval impuesto por Israel. La comunidad caleña y otros ciudadanos en ciudades como Bogotá, Medellín, Pereira y Sogamoso realizaron actos simultáneos para visibilizar el caso y exigir acciones del gobierno colombiano y la comunidad internacional.

Durante la movilización, los participantes expresaron su indignación frente a la situación. Una de las asistentes afirmó a CW+: “El gobierno que no se exprese a favor de Gaza está a favor de la muerte, del terrorismo. Una autocracia no vale ni un tantico ante la vida de los palestinos que mueren día a día.”
Otros señalaron que la ONU y los países con poder han actuado de manera insuficiente. “Ha sido poco lo que ha podido hacer la ONU y los estados potencias en el mundo, sobre todo esa relación entre el norte y el sur”, comentó un joven participante. Además, varios manifestantes rechazaron la criminalización de la ayuda humanitaria. “No debería de ser un delito llevar comida y esperanza a un pueblo que ha sido arremetido como el pueblo palestino.”

Así se desarrolló la protesta en Cali
El evento en Cali se desarrolló de manera pacífica, con la participación de estudiantes, organizaciones sociales y ciudadanos de diversas edades. Los convocantes destacaron que la protesta busca visibilizar la situación de las activistas y presionar por soluciones diplomáticas que garanticen su libertad. Así como la protección de los derechos humanos en la región.
Los manifestantes también enfatizaron que no se debe entender el conflicto como una disputa religiosa, sino como una cuestión de derechos humanos. “No es una guerra, es un genocidio. Nos han querido vender información equivocada sobre este conflicto”, aseguró otro asistente.

Esta movilización se suma a las iniciativas nacionales e internacionales para llamar la atención sobre la situación de los activistas y la población palestina. También, según señalan, busca resaltar la importancia de la solidaridad ciudadana frente a violaciones de derechos humanos en el exterior.