Cali se mantiene atenta a los recientes movimientos en la relación entre Colombia y Estados Unidos. El ingreso del presidente Gustavo Petro, su familia y el ministro del Interior, Armando Benedetti, a la lista Clinton ha generado preocupaciones sobre la estabilidad diplomática y comercial del país. Ante este panorama, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, manifestó su preocupación y enfatizó la necesidad de resolver las diferencias a través del diálogo.
“Es una situación bastante compleja para el país. Espero que el gobierno nacional tenga la capacidad de resolver sus diferencias con Estados Unidos mediante la conversación y la negociación”, aseguró Eder citado por Blu Radio.
El mandatario caleño insistió en que los canales diplomáticos deben priorizar la calma y la prudencia, evitando que los conflictos políticos afecten la imagen y los intereses de Colombia a nivel internacional.
La importancia de mantener los lazos bilaterales
Eder recordó que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial y estratégico de Colombia, tanto en materia de seguridad como en inversión. Por ello, subrayó que los esfuerzos deben concentrarse en proteger esa relación, evitando que los desacuerdos políticos se traduzcan en consecuencias económicas o de cooperación.
“El llamado que siempre hemos hecho desde Cali es que la relación bilateral con Estados Unidos se fortalezca por razones de seguridad, por razones comerciales y por el bienestar de la ciudad”, manifestó.
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El alcalde también destacó un fenómeno que ha sido ya mencionado por otros sectores, la posible personalización de las relaciones internacionales. Para Eder, cuando los conflictos se centran en figuras políticas específicas en lugar de en políticas de Estado, se corre el riesgo de afectar la credibilidad y estabilidad de Colombia ante el mundo.
Frente a los últimos acontecimientos, Eder insistió en la relevancia de la diplomacia activa. Su llamado es que tanto el gobierno nacional como los aliados internacionales prioricen el entendimiento y la coordinación, evitando que las tensiones se traduzcan en sanciones o restricciones que puedan repercutir sobre la seguridad ciudadana y la economía local. “El diálogo siempre debe ser la herramienta principal. Solo así podremos proteger los intereses del país y de nuestras ciudades”.