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¡Ojo! Esta es la millonaria multa que podría costar el exceso de ruido en Cali

Operativos en Cali buscan controlar el ruido urbano; incumplir los límites puede generar multas millonarias.

En varios puntos de Cali, especialmente en zonas comerciales como el centro, el ruido de parlantes, motos y locales puede llegar a sobrepasar los niveles permitidos. Ese exceso altera la tranquilidad de quienes transitan o trabajan allí y también afecta a la fauna que habita en la ciudad.

Para enfrentar el problema, el Dagma puso en marcha los operativos de control de ruido y ambiente previos a la temporada decembrina. Esta semana comenzaron las inspecciones en el centro, donde los técnicos verifican que locales, talleres, gimnasios y otros establecimientos cumplan la norma ambiental.

Cali refuerza controles de ruido
Cali refuerza controles de ruido

Los funcionarios realizan visitas educativas, revisan niveles sonoros y explican a los comerciantes qué ajustes deben hacer antes de que lleguen las sanciones. La siguiente fase incluirá medidas preventivas y procesos sancionatorios para quienes no cumplan.

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“Estamos revisando el cumplimiento de la normatividad ambiental, especialmente el tema acústico, para que el centro sea un lugar tranquilo y seguro durante las compras de diciembre”, explicó Jorge Andrés Rodríguez, coordinador operativo del grupo Acústica.

Qué sanciones aplican y quién las impone

El Dagma recordó que las sanciones ambientales se rigen por la Ley 1333 de 2009, y pueden llegar hasta 5.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes, equivalentes a más de $7.100 millones. Estas multas se imponen al término de un proceso sancionatorio.

Exceso de sonido en Cali puede generar multas millonarias
Exceso de sonido en Cali puede generar multas millonarias

En casos menos graves o de comportamiento contrario a la convivencia, como fiestas ruidosas o parlantes en viviendas, las sanciones las impone la Policía. En cambio, cuando el ruido proviene de establecimientos comerciales, talleres, empresas o iglesias, la autoridad competente es el Dagma. Si la fuente del ruido son vehículos, motocicletas o chivas rumberas, el control recae en la Secretaría de Movilidad.

Ruido y convivencia ciudadana

La autoridad ambiental insiste en que el propósito no es castigar, sino recuperar la calma en los espacios públicos. En los últimos años, los reportes por contaminación auditiva aumentan durante las festividades, especialmente en diciembre, cuando las ventas y celebraciones se multiplican.

El llamado es a moderar el volumen y respetar los niveles permitidos. Reducir el ruido mejora la convivencia y protege tanto a las personas como a los animales urbanos, que también sufren el impacto de los sonidos excesivos.

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