Cruzar el puente peatonal que conecta la Calle 5 con la Avenida Roosevelt se ha convertido en una actividad de alto riesgo para los habitantes de la Comuna 19. Residentes de barrios vecinos como San Fernando y Miraflores reiteraron su llamado de auxilio ante lo que califican como un abandono estatal: el puente ha sido tomado por habitantes de calle y bandas de microtráfico, convirtiéndolo en un foco de inseguridad permanente.
Según los testimonios recopilados, el deterioro de la seguridad en este punto estratégico —cercano al Hospital Universitario del Valle y a la Biblioteca Departamental— se ha acelerado drásticamente en los últimos meses.
Un corredor de amenazas y atracos
Los vecinos describen un panorama desolador que va más allá de la presencia de habitantes de calle. Las denuncias apuntan a un expendio de estupefacientes a cielo abierto que opera bajo la mirada de los transeúntes.
- Robos constantes: se reportan atracos frecuentes, especialmente a estudiantes y trabajadores del sector salud que deben usar la estructura.
- Intimidación: mujeres y adultos mayores aseguran haber sido víctimas de amenazas con armas blancas al intentar cruzar.
- Deterioro del entorno: el puente presenta acumulación de basuras y falta de iluminación, factores que facilitan el accionar delictivo.
“La situación, lejos de mejorar, se ha convertido en un panorama cada día más aterrador“, afirmaron líderes comunitarios, recordando que ya en septiembre se habían elevado advertencias a la Alcaldía sobre la crisis en este sector y en las inmediaciones del monumento a Jovita, sin obtener una solución estructural.
Llamado a la acción integral
La comunidad exige a la Secretaría de Seguridad y Justicia una intervención inmediata que no se limite al desalojo temporal. Piden una estrategia de recuperación del espacio público que incluya:
- Vigilancia policial permanente: especialmente en horas pico y nocturnas.
- Iluminación y mantenimiento: para eliminar los “puntos ciegos” que aprovechan los delincuentes.
- Atención social: un abordaje real para la población habitante de calle que ha copado la zona.
Mientras llega la respuesta oficial, los peatones de la Calle 5 siguen obligados a elegir entre arriesgar su vida cruzando la avenida por debajo o enfrentar el “peaje” de inseguridad en el puente.
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