La crisis en Colombia se intensifica con la reciente ampliación del paro que inicialmente fue liderado por camioneros. Ahora, motociclistas, taxistas y conductores de aplicaciones se han unido a la protesta, reflejando un descontento generalizado con las políticas gubernamentales y las condiciones del sector transporte. La creciente participación de estos grupos ha agravado la situación, generando un impacto significativo en la movilidad y en la economía del país.
“Si los taxistas bloquean, si los camioneros pelean por el aumento del ACPM, los conductores de aplicación de carro particular, motociclistas y conductores en general también saldremos a movilizarnos”, dice un cartel.
Los motociclistas y conductores particulares han expuesto varias razones para su participación en el paro. En primer lugar, critican el aumento de los costos operativos, incluidos los precios de los combustibles y los impuestos relacionados con el transporte. Además, han señalado la supuesta persecución de la que son víctimas por parte de la Secretaría de Movilidad y los agentes de Tránsito.
“Todos a las calles o seguiremos siendo el negocio de los agentes, de los patios, de las grúas, y de la Secretaría de Movilidad”.
El paro se extiende a las demás ciudades del país
Las manifestaciones no se limitarán solo a la capital del país; se espera que motociclistas y conductores de las principales ciudades también salgan a las calles. Esto podría empeorar la crisis de movilidad que ya afecta a millones de personas y, además, podría tener un impacto negativo en la economía colombiana.
Frente a esto, se han propuesto negociaciones para tratar de resolver la crisis, pero hasta el momento, los esfuerzos no han logrado calmar las tensiones. La respuesta del gobierno será crucial para determinar la duración y la intensidad del paro. Los próximos días serán decisivos para la resolución del conflicto y para la recuperación de la normalidad en el transporte.
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Mientras tanto, la crisis sigue profundizándose, y la participación de motociclistas y conductores particulares en el paro añade una nueva capa de complejidad a la situación. La necesidad de un acuerdo entre las partes es cada vez más urgente para evitar una mayor crisis.