El corregimiento de El Plateado, en Argelia, Cauca, enfrenta una grave crisis humanitaria debido a la Operación Perseo, una ofensiva militar contra las disidencias de las FARC. Esta intervención ha obligado a más de 1.200 personas a abandonar sus hogares, desplazándose a zonas cercanas por temor a los enfrentamientos.
Los habitantes de El Plateado, como Silvio Rodríguez, quien ha vivido allí toda su vida, describen una sensación constante de miedo y ansiedad, exacerbada por la violencia. “Uno vive nervioso”, afirma Rodríguez, reflejando la tensión que predomina en la comunidad.
Cabe mencionar que este territorio ha sufrido un abandono del Estado durante más de 13 años, lo que permitió que el grupo disidente “Carlos Patiño” tomara el control. Líderes locales como Jenny Benavides expresan el rechazo de la comunidad a la guerra: “No queremos más civiles heridos ni estar en medio del conflicto”. La población exige que el Ejército se concentre en las zonas rurales, lejos del casco urbano.
La operación Perseo continuará en la región
A pesar de los desplazamientos y el temor generalizado, las Fuerzas Militares han reiterado que la operación continuará hasta que se recupere completamente la seguridad en el área. El almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, señaló que los esfuerzos se mantendrán, y que se ha solicitado la permanencia del Estado con proyectos que ofrezcan alternativas legales a la población.
Además, la llegada de dos toneladas de ayuda humanitaria, con kits de alimentos y suministros básicos, ha sido un intento por aliviar la situación de las familias afectadas, aunque los retos para la población siguen siendo inmensos.
Organizaciones como la Defensoría del Pueblo y el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) han advertido sobre la instrumentalización de las comunidades en el conflicto. Iris Marín, defensora del Pueblo, hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para que no obligue a los habitantes a tomar partido en la guerra, ya que esto pone en riesgo sus vidas.
Presidente no le pida a la población tomar una posición. En la guerra, tomar partido por uno u otro grupo le cuesta la vida a las comunidades”.
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Finalmente, el futuro de El Plateado depende de un enfoque integral que combine la ofensiva militar con una sólida inversión social, lo que permitiría, a largo plazo, la recuperación de la tranquilidad en esta región azotada por el conflicto armado.