La Amazonía concentra el mayor daño, con Tinigua como el parque más afectado, perdiendo 125.000 hectáreas. La COP16 abre un espacio clave para abordar los retos de conservación y detener la deforestación.
En los últimos 11 años, Colombia ha perdido 125.745 hectáreas de áreas protegidas debido a la deforestación, según el informe presentado por la alianza Parques Nacionales Cómo Vamos (PNCV). La mayor afectación se concentra en la Amazonía, donde problemas como la ganadería extensiva, la minería ilegal y el narcotráfico han acelerado la devastación.
Le puede interesar: El Presidente Gustavo Petro lideró el acto de apertura de la Zona Verde de la COP16
El Parque Tinigua encabeza la lista de los más perjudicados, con la pérdida de 42.478 hectáreas, seguido por Sierra de La Macarena (25.736 ha), Paramillo (10.505 ha), Chiribiquete (9.610 ha) y La Paya (8.759 ha). El informe, que será presentado oficialmente durante la COP16 en Cali, revela que los parques naturales son esenciales para mitigar el cambio climático y proteger el 32 % de la biodiversidad del país, pero enfrentan graves dificultades en su gestión por falta de recursos.
Amenazas persistentes y retos de financiación
Aunque la deforestación ha disminuido desde su pico en 2018, cuando alcanzó 21.064 hectáreas, el ritmo sigue siendo alarmante: solo en 2023 se perdieron 4.682 hectáreas. Esta problemática afecta no solo los ecosistemas sino también las dinámicas climáticas, como la generación de humedad en la Amazonía, indispensable para la lluvia en los Andes y Bogotá.
El informe destaca que el presupuesto actual para gestionar los parques es de apenas 1,15 dólares por hectárea, una cifra muy baja comparada con los 5 a 8 dólares necesarios. Esta brecha económica dificulta la protección efectiva de las 61 áreas naturales del país. Además, la presencia de 342 especies exóticas, algunas invasoras, representa un riesgo adicional para los ecosistemas.
Compromiso global y acción urgente en la COP16
La meta de Colombia y el mundo es alcanzar la deforestación cero para 2030, una tarea que será clave en las discusiones de la COP16. En esta cumbre se evaluará el cumplimiento de acuerdos internacionales como el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que busca proteger el 30 % de las superficies terrestres y acuáticas del planeta.
“La deforestación sigue siendo un gran reto, pero su reducción reciente demuestra que la cooperación entre el sector público, las comunidades locales y la sociedad civil es esencial para avanzar en la conservación”, señaló Omar Franco Torres, director de PNCV. Sin embargo, advirtió que las economías ilícitas y la presencia de grupos armados en áreas protegidas, como las facciones disidentes del EMC en la Amazonía, siguen dificultando la gestión estatal.
La COP16 es una oportunidad única para reforzar los esfuerzos de conservación y promover políticas sostenibles que frenen la pérdida de biodiversidad en Colombia y en el mundo.