Las disidencias de las FARC, representadas por los Comandos de la Frontera – Ejército Bolivariano (CDF-EB) y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico (CGP), han anunciado oficialmente su separación de la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Márquez. Esta decisión, hecha pública a través de un comunicado, marca una nueva etapa en su participación en los diálogos de paz
En el comunicado, las organizaciones subrayan que la paz y los cambios democráticos no pueden centrarse en una sola persona o grupo. Destacan que la paz es un derecho de las comunidades que han sufrido décadas de exclusión y abandono estatal. Por ello, han decidido desligarse de la sigla de la Segunda Marquetalia, reafirmando su independencia en la búsqueda de un gran acuerdo nacional.
“La paz no es propiedad privada ni exclusiva de unos pocos. Es de las comunidades afectadas históricamente por el conflicto,” recalcaron en el texto. Esta declaración refleja un compromiso con las bases sociales, incluyendo líderes, comunidades indígenas, afrodescendientes y diversos sectores que deseen sumarse a este movimiento por la reconciliación.
Esta ruptura oficial con la Segunda Marquetalia se produce tras la decisión del Gobierno de no retomar los diálogos con esta facción disidente. Ahora, las organizaciones buscan fortalecer su propuesta de paz desde una posición autónoma.
Aunque la separación evidencia tensiones internas dentro de las disidencias de las FARC, también refuerza la intención de estos grupos de mantenerse en la ruta de las negociaciones. Para ellos, el proceso de paz debe trascender intereses particulares y convertirse en una construcción colectiva.
Próximos pasos en los diálogos
El segundo ciclo de negociaciones está previsto en Cuba, aunque la fecha aún no se ha definido. Este proceso es fundamental para avanzar en la consolidación de la paz en una región históricamente golpeada por la violencia.
El Gobierno colombiano ha expresado su intención de encontrar soluciones a largo plazo que beneficien a las comunidades más afectadas por el conflicto. En este contexto, la decisión de los CDF-EB y CGP de priorizar el diálogo podría abrir nuevas oportunidades para la pacificación del territorio.
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La apuesta de estas organizaciones por desvincularse de liderazgos tradicionales podría ser una señal positiva para un proceso que necesita del compromiso de todos los actores involucrados.