Las estafas a través de pirámides siguen creciendo en Colombia, con un impacto cada vez mayor en los ciudadanos. Según la Superintendencia de Sociedades (Supersociedades), en lo que va de 2024 se han identificado 23 nuevas captadoras ilegales de dinero que ha logrado defraudar a los colombianos por un total de 53 mil millones de pesos.
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A lo largo de los últimos años, el país ha registrado un total de 78 pirámides, que han estafado aproximadamente 4,2 billones de pesos. Esta cifra es alarmante, ya que equivale al doble del presupuesto destinado en 2024 para el sector de Salud, que asciende a 2,1 billones de pesos. Billy Escobar, superintendente de Sociedades, afirmó que entre el 79% y el 80% de los recursos que se captan en estos esquemas son finalmente perdidos por las víctimas.
Una característica común de estas pirámides es que muchas de ellas no cuentan con oficinas formales. En lugar de eso, operan desde lugares poco sospechosos como parqueaderos de universidades o barrios residenciales, y utilizan estrategias digitales para atraer víctimas. Las estafas se presentan en sectores como la agricultura, la construcción o incluso el supuesto sector financiero, donde las empresas que las promueven suelen ser inexistentes.
Más de 260 mil personas han sido afectadas por fraude
A pesar de las denuncias públicas y la creciente conciencia sobre estas prácticas, las víctimas siguen siendo muchas. Según el informe de la Supersociedades, hasta la fecha 262 mil personas han sido afectadas por estos fraudes. Aunque se ha logrado recuperar 1,2 billones de pesos, esta cantidad representa menos de un tercio de lo perdido.
Las autoridades instan a los ciudadanos a verificar la legitimidad de las compañías antes de realizar cualquier inversión, a través de los sitios web oficiales de las superintendencias locales. Además, se recuerdan algunos signos comunes de las pirámides financieras, como la promesa de grandes ganancias rápidas, el énfasis en el reclutamiento de nuevos miembros, y la ausencia de un producto claro o comprobable.
Ante el crecimiento de estos esquemas fraudulentos, es fundamental que los ciudadanos se informen y se protejan. Evitando caer en la tentación de inversiones que, a la larga, solo llevarán a pérdidas millonarias.