El gobierno de Colombia anunció que asumirá directamente el traslado de sus ciudadanos deportados desde Estados Unidos, con el objetivo de garantizar que el proceso se realice bajo condiciones dignas y respetuosas. Para ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores evalúa distintas opciones logísticas, incluyendo el uso de barcos y aviones, priorizando el método más eficiente y responsable en términos fiscales.
Opciones de traslado: Barcos y aviones en evaluación
La Cancillería colombiana informó que ya ha presentado a la administración de Donald Trump una propuesta para asumir de inmediato la repatriación de los ciudadanos colombianos. El enviado especial del mandatario estadounidense para América Latina, Mauricio Claver-Carone, ha recibido la propuesta y se encuentra en conversaciones con Bogotá para definir el mecanismo más adecuado.
Dentro de las opciones consideradas se encuentra la posibilidad de utilizar barcos para la repatriación de grandes grupos de deportados, una alternativa que permitiría optimizar costos y garantizar un proceso ordenado. De manera simultánea, se mantiene la opción de realizar traslados aéreos, como los operados recientemente en coordinación con la Fuerza Aérea Colombiana.
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Además, la Cancillería confirmó que ya se han iniciado coordinaciones con el gobierno de Panamá para el regreso de un grupo de 48 ciudadanos colombianos, cuya llegada está prevista para el 3 de febrero. De este grupo, siete personas serán trasladadas bajo condiciones especiales debido a infracciones cometidas en territorio panameño.
Colombia exige trato digno para migrantes deportados
Desde el pasado domingo, el gobierno colombiano ha trabajado en el desarrollo de un protocolo especial para la atención de los deportados, con el fin de garantizar su reinserción social y laboral en el país. Para ello, se ha convocado a diversas organizaciones y sectores, entre ellos Open Society, la Iglesia, gremios empresariales y organismos internacionales de derechos humanos.
El presidente Gustavo Petro ha sido enfático en su postura de que ningún colombiano debe ser tratado como un delincuente durante su deportación. En declaraciones a Univision Noticias, rechazó cualquier práctica que atente contra la dignidad de los migrantes. “Colombia no va a recibir ningún colombiano o colombiana esposada porque el migrante no es un delincuente”, declaró el mandatario.
La administración Petro insiste en que el fenómeno migratorio es uno de los grandes desafíos del siglo XXI y que cualquier solución debe basarse en el respeto a los derechos humanos. Con este nuevo enfoque, el gobierno colombiano busca establecer mecanismos que permitan a los deportados encontrar oportunidades en su país de origen, reduciendo así la vulnerabilidad de quienes retornan en condiciones difíciles.
Se espera que en los próximos días se anuncien decisiones concretas sobre la implementación del plan de repatriación y las medidas que acompañarán la llegada de los connacionales deportados.