La histórica transmisión en vivo del Consejo de Ministros del 4 de febrero de 2025 mostró un tenso intercambio entre Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), y Laura Sarabia, recién nombrada ministra de Relaciones Exteriores, que rápidamente se volvió viral en redes sociales. El incidente ocurrió en un momento particularmente delicado, cuando Sarabia mencionó que no hubo presencia de funcionarios del DPS durante la llegada a Medellín de colombianos deportados desde Panamá, un evento que, según la canciller, debía ser atendido conforme a las instrucciones del presidente Gustavo Petro.
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“La instrucción que usted mismo nos dio, presidente, fue que se atendieran los migrantes, pero en este vuelo de hace dos días, nadie de Prosperidad Social estuvo presente”, afirmó Sarabia. La acusación provocó una reacción inmediata de Bolívar, quien interrumpió bruscamente: “Eso no es verdad, presidente. Teníamos tres funcionarios allá y tengo la foto para demostrarlo. Laura está mintiendo”. La acusación dejó atónitos a los presentes, y Petro, en un intento por calmar los ánimos, interrumpió diciendo: “Compañero, por favor, está hablando el presidente”.
Bolívar pone en duda la idoneidad de Sarabia y Benedetti
La controversia no terminó ahí; tras el intercambio, Bolívar fue más allá al cuestionar abiertamente la idoneidad de Sarabia y Armando Benedetti, quien recientemente fue nombrado jefe de despacho del presidente Petro. “Con todo el respeto, creo que Laura y Armando Benedetti no deberían ocupar estos altos cargos”, aseguró Bolívar, quien añadió que sus comentarios no respondían a un ataque personal, sino a una convicción profunda de que ciertos nombramientos no respondían a las necesidades del país.
Este enfrentamiento público dejó en evidencia las tensiones internas en el gabinete presidencial, que ya había sido sacudido por otras críticas y roces, especialmente por el nombramiento de Benedetti, que ha generado rechazo en varios sectores del gobierno, incluido el de Francia Márquez, vicepresidenta del país, quien también ha manifestado su malestar en diversas ocasiones.
A pesar del intento del presidente Petro por restarle importancia al altercado y mantener el tono de la reunión, el hecho de que se produjera en plena transmisión en vivo permitió que los colombianos presenciaran las profundas divisiones que existen dentro de su propio gabinete. En este contexto, las disputas internas podrían afectar la gobernabilidad de un gobierno que enfrenta varios desafíos, incluyendo las tensiones por el rumbo económico y social del país.
