El 3 de febrero de 2025, Cristian Iván García y su familia aterrizaron en el aeropuerto de Cancún, México con la intención de disfrutar unas vacaciones. Sin embargo, su llegada al país azteca se convirtió en una pesadilla. A pesar de contar con toda la documentación en regla, fueron detenidos tras ser acusados erróneamente de tener vínculos con el crimen organizado, debido a una supuesta alerta migratoria emitida desde Colombia, así el médico le contó al Diario El Tiempo.
El viaje, inicialmente planificado para hacer una escala en Bogotá, se vio alterado cuando la aerolínea Avianca cambió el vuelo directo de Medellín a Cancún. Al llegar a Migración, Cristian y su esposa, Luz Yaneth Becerra, esperaron en fila durante más de una hora para presentar sus documentos. Durante la espera, notaron un comportamiento extraño por parte de los funcionarios de Migración, quien, según García, parecía particularmente estricto y con una actitud despectiva hacia los viajeros, incluso aquellos que no eran colombianos.
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Una vez frente a él, el funcionario de Migración solicitó los documentos de los viajeros, pero sin siquiera mirarlos, los retiró de las manos de Cristian, lo que encendió las primeras señales de alarma. Fue allí cuando la situación dio un giro inesperado y grave. En lugar de proceder con el trámite habitual, Cristian y su familia fueron trasladados a una oficina separada, donde les pidieron entregar sus dispositivos electrónicos, dejándolos incomunicados por más de dos horas.
Alerta migratoria y acusación sin pruebas al colombiano
A lo largo de esta detención, Cristian fue informado de que tenía una alerta migratoria debido a una acusación sin pruebas de nexos con el crimen organizado. “No podía entenderlo, de un momento a otro, de ser una persona común y corriente, me convertí en un delincuente”, relató el médico al Tiempo. A pesar de las humillaciones y el maltrato, el funcionario nunca les explicó los motivos exactos de su retención.
En la sala de espera del aeropuerto, la situación empeoró. El pequeño hijo de Cristian, Emmanuel, de tres años, comenzó a manifestar hambre y agotamiento tras más de dos horas sin acceso a alimentos. Solo después de una insistencia por parte de la esposa del médico, permitieron que la familia comprara algo de comida, escoltándolos de manera intimidante, como si fueran criminales.
La pesadilla continuó cuando, al ser regresados a Colombia, los funcionarios de Migración en el Aeropuerto El Dorado les aseguraron que no existía tal alerta migratoria, lo que dejó claro que todo el incidente había sido un error grave. Sin embargo, el trato denigrante recibido por la familia dejó una profunda marca en el médico, quien expresó: “Volví a mi país y dejé de ser el delincuente que había sido en México”.
Finalmente, tres días después de su regreso a Colombia, Cristian recibió sus maletas, pero con signos evidentes de haber sido manipuladas sin su presencia. Este incidente ha llevado a Cristian a presentar quejas ante las autoridades colombianas, buscando una explicación y reparación por el trato injusto y la xenofobia que él y su familia vivieron en México.
